Abril Adrinette.

Londres.

—Me agrada que tengamos una semana de vacaciones, siento que todo esto de él nuevo colegio nos agotó demasiado a todos —comentó la azabache —. Sé que tuvimos los talleres como "respiro", pero también nos dejaban tareas entonces no era algo tan relajante o eso pienso yo.

—Es nuestro último día de clases antes de las vacaciones, Marinette.

Adrien se veía muy triste. Marinette no entendía el motivo de su tristeza, eran vacaciones, puede que no se vean todos los días como cuando van a clases, pero eso no significa que dejaran de verse, siguen siendo novios.

—¿Te sientes triste porque ya no nos veremos en clases? Porque te recuerdo que podemos seguir viéndonos, seguimos siendo novios.

Adrien mostró una sonrisa tierna, pero sus ojos seguían mostrando preocupación.

—Marinette, es que tengo que decirte algo, aunque no es algo malo —justo en ese momento la campana sonó indicando el fin del recreo —. Hablaremos después de clases.

—Claro... —él ojo de Marinette comenzó a saltar, ¿qué se supone que quería decirle? ¿Qué podía tenerlo tan mal? —, ¡algo malo esta pasando, Tikki! —exclamó Marinette.

—Tranquila, al menos quiere hablar del tema contigo, esa es una buena señal —la azabache simplemente suspiró.

Durante la clase no se pudo concentrar, no dejaba de pensar en lo que Adrien quería decirle, ¿qué podría ser? ¿Por qué parecía preocuparle tanto?

—¿Y qué harás en tus vacaciones, Marinette? —la pregunta de Diego la sacó de sus pensamientos.

—Normalmente pasó tiempo en familia, atiendo la Panadería y cosas así. También me junto con mis amigas y amigos, diseño y supongo que ahora pasaré tiempo con mi novio —respondió la azabache, aunque dudó un poco en esa última parte.

—Sí, es lo normal. ¿No sueles viajar en vacaciones?

—Una vez fui a Shangai, fue toda una aventura —recordó —. También tuve un viaje a Nueva York, aunque eso fue con mis compañeros.

—Yo también he ido a Estados Unidos, solo que yo fui a una zona que no era tan buena, donde había armas y era algo completamente normalizado —le contó.

Marinette escuchó su historia y después ella le contó un poco sobre sus viajes, aunque evidentemente omitió algunos detalles, todo lo relacionado a la magia. En un punto, Diego le preguntó si ella iba a fiestas y ella le respondió que solo a las de sus amigos. Marinette prefirió omitir las fiestas a las que se había colado, eso era algo un tanto secreto.

—Espero que tengas buenas vacaciones, Marinette. Nos vemos cuando regresemos a clases —Diego se despidió demasiado formal, después de todo solo eran dos semanas de vacaciones.

Entonces, Marinette fue con Adrien. Ambos caminaron, llegaron al parque y se sentaron en una banca para poder charlar.

—Como sabes, mi tía y Félix solían vivir en Londres —comenzó Adrien. Marinette solo asintió —. Mi tía extraña Londres, por eso Félix esta dispuesto a acompañar a su madre a Londres durante las vacaciones, ellos quieren que yo vaya para que no me quede solo con Nathalie y Gorila, aunque dicen que respetan mi decisión si prefiero quedarme.

—Oh, entiendo... —Marinette suspiró aliviada. Por un momento pensó que sucedía algo grave, que era un tema más serio.

—Sinceramente, no recuerdo cuándo fue la última vez que fui a Londres —Adrien recordaba haber volado junto a Cosmobug, pero era distinto a recordar haber ido de pequeño. Detestaba no tener esos recuerdos.

—Entiendo.

—No me gustaría quedarme solo en la Mansión, siento que estando con mi tía y mi primo la Mansión se siente más "viva", creo que si me quedo con Nathalie y Gorila, no será lo mismo, no quiero esa atmósfera seria.

Adrien sentía que si se quedaba, le recordaría a la soledad que sentía pese a vivir con su padre. No quería volver a vivir eso, sentía que entraría en una completa crisis y era lo que menos quería, no quería recaer, sentía que a lo largo de los meses transcurridos, él había tenido un avance.

—Entiendo. Eso quiere decir que no te veré en dos semanas...

—¿Qué? ¡No! —Marinette alzó una de sus cejas —, mi tía me dejo invitarte, Marinette —la azabache se sonrojó bastante antes eso, no lo esperaba —. Por eso quería hablar del tema contigo, tengo que llamarla para que venga a hablar con tus padres.

—¡¿Quieres que vayamos juntos a Londres?! —por poco y añadió la palabra "solos", pero supo morderse la lengua antes de "meter las patas".

—Claro, somos novios —respondió de modo casual —. Además, Kagami también irá. ¿Te imaginas un viaje en parejas? Creo que nos divertiremos, Félix será nuestro guía —parecía entusiasmado —. Es como cuando nos encontramos en Shangai. Me gustaría mucho que vengas, sabes que yo te cuidaré, jamás dejaría que nada te suceda.

—También sé cuidarme, aunque también podría cuidar de ti —le recordó —. Nos cuidamos mutuamente.

—¿Eso significa que sí quieres?

—Claro, veamos qué dicen mis padres.

—¡Genial! ¡Será un viaje increíble! —exclamó Adrien sacando su celular para llamar a su tía. Se sentía realmente emocionado, era como un sueño.

《Nuestro primer viaje como novios》, pensaban ambos.