Hilo rojo.

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—¿Tú crees en cosas como el "hilo rojo", Marinette? —preguntó Adrien repentinamente.

Esa tarde estaba lloviendo. Marinette había ido a visitar a Adrien para jugar videojuegos, pero gracias a la lluvia, la luz se fue y quedaron a oscuras. Adrien le había sugerido a su novia volver a casa, alguien la llevaría en auto y no sucedería nada. Pero Marinette tuvo otra idea, una mucho más divertida y que no involucraba separarse del otro.

—¡Podemos armar un refugio!

Y de ese modo, usaron sábanas y almohadas para construir su refugio improvisado. No era algo grandioso, mucho menos grande, pero era de ellos.

Plagg pensaba que podían contar historias de terror en ese refugio, que eso estaría bien, pero al escuchar a su portador, supo que esperaba demasiado de esos tontos adolescentes.

—Me gustan ese tipo de historias —admitió Marinette y eso hizo que Adrien sonriera, él amaba esas leyendas —. Me gusta la idea de pensar que estas conectado a una persona y estarán juntos siempre —admitió sonriente.

—Yo pienso lo mismo y creo que debes ser muy afortunado al encontrar a esa persona.

—Es cierto...

Ambos sonreían, estaban listos para besarse. Solo que el destino quiso que eso no sucediera, al menos no en ese momento.

La puerta se abrió y ambos gritaron, porque fue algo repentino que los tomó por sorpresa en el instante. Entonces se separaron, como si hubieran estado a punto de hacer algo muy malo, algo terrible.

—Solo queríamos ver qué estaban haciendo, no queríamos asustarlos —dijo Kagami.

—Tampoco era necesario que gritaran de ese modo, exagerados —dijo Félix manteniendo sus brazos cruzados a la altura de su pecho.

—¡¿Qué pasó?! —Amelie llegó corriendo, muy asustada y preocupada —, ¿hay alguien herido? Porque tengo un botiquín, solo díganme.

—No tía, es que teníamos un refugio y ellos entraron de la nada y como no hay luz... nos dejamos llevar —respondió Adrien.

—¡Qué lindos! —Amelie olvidó todas sus preocupaciones y sacó su celular, tomó una foto de todos los adolescentes juntos y los dejo ciegos a todos al accionar el flash, incluso Plagg cayó en la cama de su portador, porque él siempre miraba todo. A Amelie no le importó nada, sonrió satisfecha con la foto.

Abril Adrinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora