Vestido de novia.

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—¿Tienes alguna idea de lo que quieres hacer con Marinette en Londres? —le preguntó Félix a su primo.

Habían terminado de empacar y decidieron dormir en la misma habitación, como en los viejos tiempos. Duusu podía volar libremente por la habitación, porque Adrien conocía la identidad de su primo, solo Plagg debía mantenerse oculto.

—Quiero visitar todos los lugares posibles, quiero que sea un viaje inolvidable —respondió Adrien —. Y sobretodo me gustaría que me digas donde venden los mejores helados, porque ambos amamos los helados.

Félix asintió, su primo podía ser muy cursi cuando se trataba de su novia, aunque lo entendía bien, cuando te enamoras puedes ser muy intenso, a veces el amor te cambia por completo. Solo por eso respondió sus preguntas y le habló sobre sus lugares favoritos.

*

En el avión, cada uno se sentó con su pareja, solo Amelie iba sola, ya que Nathalie y Gorila se quedaron cuidando la Mansión.

—Esto me recuerda un poco a nuestro viaje a Nueva York —comentó Adrien —. Me hubiera gustado sentarnos juntos en esa ocasión.

—Hubiera sido lindo, fue una lástima que me pusiera tan nerviosa —la azabache suspiró sin poder evitarlo —. Ese viaje fue muy incómodo para mí. Aunque recuerdo que vimos un amanecer muy hermoso juntos.

—Es cierto, recuerdo que tú tenías papel confort en tu cabeza —recordó Adrien soltando una risa.

—¡Siempre recuerdas cosas vergonzosas de mi! —Marinette le dio un empujón sin poder evitarlo, Adrien siguió riendo y la azabache comenzó a darle algunos golpes.

—¡Es que eres adorable, todo en ti es adorable! —se defendió el rubio.

*

En cuanto llegaron a la antigua casa de Félix, algunos sentimientos lo invadieron, en esa casa guardaba bastantes recuerdos feos, pero también recuerdos bellos junto a su amada madre. Kagami notó lo tenso que estaba su novio y lo abrazó por el brazo, recordándole que no estaba solo. Félix le sonrió.

Todos entraron.

—La única regla es que las habitaciones serán chicos con chicos y chicas con chicas —dijo Amelie apenas entraron —. Ese fue el acuerdo al que llegué con sus padres, así todos nos sentimos más tranquilos. Lo siento, pero así funcionan las cosas y no se discute —les advirtió cambiando completamente su tono de voz. Ella pensaba que los chicos querrían discutir eso, pero nadie dijo nada, parecía ser que era lo que esperaban, eso consiguió calmarla bastante, eran niños buenos —. Félix, tú y Adrien estarán en la habitación que era de mi hijo y ustedes chicas estarán en la habitación de invitados, síganme.

Una vez que cada uno se instaló en su habitación compartida, comenzaron a desempacar un poco, pero después se reunieron en el comedor y cada uno se fue con su novia para caminar.

Adrien llevó a Marinette a la calle de las tiendas, caminaron y observaron un poco.

—No pensé que lo primero que veríamos en Londres serían vestidos de novia... —Adrien se sonrojó muchísimo. ¿Acaso Félix quería ponerlo en una situación vergonzosa a propósito?

—Son muy lindos —Marinette observó los vestidos que había en la vitrina y comenzó a analizarlos, le daba su opinión a Adrien, él escuchaba y asentía. No entendía nada, pero le gustaba escuchar a su novia tan apasionada.

Siguieron caminando, vieron más tiendas de ropa y también algunas tiendas de recuerdos, tomaron algunas fotografías, pero no compraron nada. Caminando un poco más, se encontraron con una feria en la que habían distintos premios y juegos. Jugaron a algunos. Adrien ganó un peluche de gato para su novia, ¡era adorable! Y Marinette ganó un peluche de perro para Adrien. Subieron a los autos chocones, a la montaña rusa, a la rueda giratoria y más. También compraron hot dogs con gaseosa, se sentían cansados.

—Tengo otra sorpresa para ti, ¿quieres seguir caminando o prefieres que vayamos a dormir por hoy?

—¡Aún tengo mucha energía! —exclamó la azabache.

—Lo sé, tú siempre tienes energía.

La azabache rió sin poder evitarlo, Adrien la conocía demasiado bien.

—¿Tú estás bien?

—Claro —Adrien la tomó de la mano, listo para comenzar a caminar —. Estando contigo mis energías se recargan.

Abril Adrinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora