Notas de amor.

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—¿Qué taller te llama más la atención, Adrien? —le preguntó la azabache mientras se acercaba un poco más a su novio —, ¿Música, teatro o pin pon?

—Creo que lo más tranquilo sería unirme al taller de música, porque ya sé algo al respecto —respondió Adrien. Marinette asintió, eso tenía mucho sentido —. Pero tal vez no quiero algo tranquilo en mi vida, tal vez quiero algo como teatro, porque le gustaba a mi mamá y pin pon... es divertido, pero no es algo que me llene por completo o eso creo.

—¿Entonces...?

—Lo pensaré un poco más, porque no quiero tomar una decisión de la cual después me arrepienta, de todas formas, tengo hasta el final del día.

—Sí, es mejor pensar bien las cosas —Marinette asintió —. Lo que decidas estará bien.

—Eso espero, no me quiero arrepentir.

Marinette suspiró, a Adrien siempre le terminaba ganando la ansiedad, era todo un caso.

*

Marinette no le estaba prestando atención a la clase, le estaba escribiendo una nota a su amado y también le regalaría un chocolate, ella sabía que eso le gustaba mucho.

—Creo que tú nunca le prestas atención a las clases, Marinette —le dijo Diego. Él se sentaba con ella, por eso siempre estaba pendiente de lo que hacia.

—Puedo ver que tú tampoco —le respondió.

Diego sonrió, esa respuesta había sido bastante directa, le encantaba la actitud de esa chica.

—A veces siento que las clases son aburridas, siempre vemos los mismos temas —respondió a modo de defensa —. Me concentre o no, a mí me va bien. En fin, ¿qué estás haciendo?

—Le escribo una nota de amor a Adrien.

—A las chicas les encanta escribir notas, mi novia también me escribe notas —la azabache asintió —. Y mi amiga Mar también en ocasiones me escribe notas —mostró una sonrisa.

—Eso significa que le caes muy bien a tu amiga.

—Sí, ella es bastante tímida y me gusta que me deje notas de vez en cuando.

*

Adrien también le estaba escribiendo una nota de amor a Marinette, porque ella siempre estaba ahí para él, siempre lo apoyaba y le demostraba su amor.

—Marinette merece detalles románticos, sé que le gustan las notas —le dijo Adrien a Alya —. A ella no le gusta mucho que le compre cosas, por eso le doy estos detalles.

—Es que ustedes son tal para cual —Alya solo sonreía. Nino no era tan detallista.

*

Cuando el recreo llegó, ambos se entregaron sus notas de amor y rieron, ¡habían tenido la misma idea!

—Yo te quería dar una rosa más tarde, por eso solo tenía la nota —le dijo Adrien —. Es que no puedo conseguir rosas en el colegio —explicó.

—Con este detalle basta y sobra, gracias.

—Gracias a ti por siempre apoyarme, Marinette —Adrien le dio un rápido beso en los labios —. Pensé bien mis opciones y decidí que me uniré al taller de teatro, era algo que le gustaba mucho a mi mamá y quiero seguir sus pasos.

—¡Eso es muy lindo! ¡Ella se sentirá orgullosa de ti! —Marinette lo abrazó, se sentía muy feliz. Adrien correspondió ese abrazo —, lo harás genial. Yo me uní al taller de costura.

—Me siento algo mal por tu amigo, creo que nadie se unió al taller de pin pon y se ve que a ellos les gusta.

—Es cierto, quizás podamos ayudarlos de alguna manera —Marinette sacó el folleto de su bolsillo —. Veamos los horarios, quizás podamos unirnos o convencer a alguien.

Adrien sonrió, Marinette siempre quería ayudar a todo el mundo, eso era algo que amaba de ella.

Abril Adrinette.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora