— ¿Porque estás llorando? — Le pregunto Felipe bastante preocupado.
— Tu ya no me quieres porque estoy gordo y feo — Le afirmó sin ningúna duda que hizo fruncir el entrecejo de Felipe.
— ¿Que dices? ¿De dónde sacas tantas tonterías? — Felipe se acercó a el y le dió un abrazo — Yo te quiero, nunca voy a dejar de quererte, y no estas gordo bebecito, estas embarazado.
— ¿Vas a quererme siempre?
— Porsupuesto, que me parta un rayo si miento— El castaño alzo los brazos y los bajo cuando nada paso.
— Entonces ¿Porque no tenemos sexo?
Felipe se puso rojo como un jitomate.
— No voy a tener sexo en la casa de mis padres, tu haces mucho ruido — Chan le pellizco la nariz — Mamá se va a dar cuenta si dejamos manchas en la cama.
— Yo lávare la ropa mañana, no hay problema.
Felipe lo miro serio.
— Se que eres muy buena persona y no sabes decir que no, Pero no dejes que mamá te ponga hacer muchos quehaceres y no cargues mucho peso, no quiero que nada te pase ni a ti ni a mi hijo.
Blas asintió.
— Pero será en el baño, de verdad no quiero que mi mamá se de cuenta o va a estar molestandome.
Blas asintió un poco más relajado.
Si Blas se había sentido solo el primer mes, ahora mucho mas porque Felipe se había conseguido un trabajo y ya casi no lo veía. El mayor se iba en la mañana a la escuela y en la tarde a su trabajo por lo tanto regresaba en la noche cuando ya estaba durmiendo.
Se levantó como de costumbre y le planchó el uniforme a Felipe, tendió la cama, limpio el polvo y barrio. Luego fue hasta el cuarto de los padres de Felipe y limpio también, era algo que ya estaba acostumbrado hacer porque quería ser acomedido y no un estorbo.
Elena lo miro mientras limpia, la mujer siempre vestia bien, aunque eran pocas veces las que salia de casa. Para los ojos humildes de Blas, Elena era guapa y elegante.
— Limpia el cuarto de mi hija mientras termino de cocinar, ella regresa de Australia hoy y quiero que este limpio.
Blas asintió y miro a su suegra bajar de nuevo a la cocina.
El cuarto era muy lindo, tenía un color lila en las paredes en la parte superior y un rosa pastel en el inferior. Quito las sábanas y también limpio todo el polvo, también acomodo sus maquillajes y peluches y finalmente el armario dónde había mucha ropa y zapatos de marca.
Blas sabía que la familia de Felipe no era de clases baja social como el, Pero aveces creía que era demasiado.
Desayuno cereal con leche pues no tenía mucha hambre y lavo la ropa en la mañana.
Miro a Elena limpiandose más uñas y suspiro.
"Dios, dame paciencia"
— Blas — El señor Enrique le hablo y el menor puso atención — Vamos a tener una cena familiar hoy, van a venir unos amigos y quizas quieras que te compre algun atuendo.
Blas no tenía nada en contra del papá de Felipe, al contrario, el hombre eta amable y modesto, sin embargo aquel comentario lo hizo sentir un poco mal.
— No es necesario señor — Blas nego.
— ¿Estás seguro? Puedo comprar ropa para embarazo muy bonita.
Blas volvió a negar.
— Aún me queda mi ropa.
— Solo deja hacer al niño lo que quiera — Elena le dijo a su marido.
Blas volvió a suspirar y subió a la habitación a cambiarse.
Humillación, Blas nunca se había sentido tan humillado.
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𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐬𝐚 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞 ✰ 𝑭𝒆𝒍𝒊𝒑𝒆 𝒙 𝑩𝒍𝒂𝒔
FanfictionFelipe y Blas se ven comprometidos a casarse por estar esperando un bebe. La respuesta mas fácil tendra sus consecuencias, Pero ellos tendrán que superarlas y aprender de ellas poco a poco. ✰ Adaptación. ✰Esta historia no es de mi autoría todos los...