𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐬𝐚 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞 ✰ 𝑭𝒆𝒍𝒊𝒑𝒆 𝒙 𝑩𝒍𝒂𝒔

16✰

— La ropa de estambre causa alergia en la piel de los recién nacidos, les roza la piel y puede ser peligrosa para los bebes, ve el lado bueno, no deje que perdieras el tiempo en esas tonterias.

Se había excusado Elena cuando le reclamo.

Blasp sabía, Francisco le había dicho que algunos bebés podían ser alérgicos al estambre, Pero no todos ¿Porque sus bebes tendrían que estar en esa lista? Además, su papá también le había dicho que había comprado estambre de buena calidad para los bebes y que encima de la ropa de algodón no habría problemas. Se había pasado varios días tratando de hacer algo, se había equivocado varias veces y cuando por fin logro hacer un chaleco todo había desaparecido.

— Eres cruel — Le reclamo apretando los puños — Nunca te han importado los bebes ¡Jamás te has preguntado por ellos y ahora vienes a decir que te preocupan!

— No grites muchacho, está es mi casa, mis reglas.

— ¡Joda se usted y sus malditas reglas! — Volvió a gritar antes de darse cuenta de que Elena le había volteado la cara de una bofetada.

Claudia que observaba todo desde las escaleras dejo escapar un grito.

— ¡Mamá! — Le grito, pero ellaa fulminó con la mirada.

— ¡ Ha tu habitación! — Le dijo Pero ella seguia ahí sin moverse — ¡He dicho...

Se detuvo al ver a Blas alejarse a dónde estaba Claudia.

— Vamos arriba — Le dijo y ella lo siguió.

— No creo que mamá quisiera pegarte, solo estaba enojada. — Dijo ella, Blas asintió dándole una palmadita en la cabeza.

Ella entró a su habitación y el a la suya, no, no era suya era de Felipe , lo tenía que aprender muy bien, se deslizo por la puerta y lloro como no lo habia echo nunca.

Felipe llegó tarde como siempre, la sala estaba vacía, o eso penso hasta que prendio la luz, Elena estaba ahi y le dio un leve susto.

— Tenemos que hablar — El asíntio y dejo sus cosas sobre la mesita de centro, le dko un beso en la frente y se sento a su lado.

— ¿Que ha pasado? — Pregunto.

— Le pegue a Blas, en mi defensa el estaba fuera de control.

Felipe la miro con los ojos bien abiertos.

— ¿Le pagaste a mi esposo? A la persona que lleva mis hijos.

El se levantó del sillón y se alejo caminando de un lugar a otro tratando de tranquilizarse.

Su mamá había cruzado la linea y el no quería cruzarla también, pero está vez con Elena.

— ¿Y si no son tus hijos?

Felipe golpeó la mesa donde se había recargado.

— ¿Sigues con eso? Lo son, son mis hijos.

— Pero ¿Y si no?

— ¿En qué te basas para decir eso?

— En el tipo que ha estado viendo a buscarlo el último mes, yo no lo dejo entrar y siempre digo que no se encuentra, pero el se ve tan desesperado por verlo, ví sus redes y fue su ex novio.

Felipe frunció el entrecejo.

— Uno delgado y pálido, un tal Rafael. Se supone que son exs que no se ponen en contacto, estoy seguro de que ese joven quiere verlo porque sabe que esos hijos podrían ser suyos y te los ha colgado a ti.

— Deja de ser tan venenosa, lo único que sabes hacer es herir, cuando Blas espemzo a salir conmigo habían pasado varios meses de su ruptura con Rafael.

— Dónde hubo fuego cenizas quedan y que tal si se reencontraron y una cosa llevo a la o....

—¡Basta! — Tomo una estatuilla de la mesa y la aventó contra la pared rompiéndola en varios pedazos.

— ¡Eso era de tu...

—¡Cállate! ¡Estás tratando de ponerme en contra Blas para que se me olvide que le has pegado!

— Eso no

— ¡No más! — Grito por última vez y se alejo.

Elena fue detrás de el.

— Piénsalo Felipe, ni en mi familia ni la de Enrique han habido gemelos ¿Le conoces otro gemelo a Blas?

Felipe no le respondió de regreso.