𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐬𝐚 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞 ✰ 𝑭𝒆𝒍𝒊𝒑𝒆 𝒙 𝑩𝒍𝒂𝒔

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Estás bien? ¿Quieres que te lleve al hospital? ¿Algo?

Blas negó.

— Es normal, ya pasara.

— ¿Te estás alimentando bien? Te veo más delgado y demacrado.

— Moriré si tú mamá sigue haciendo comidas con mayonesa, me causan mucho asco.

— Lo siento, a ella le gustan. Pero debes alimentarte bien — Felipe sobó su espalda y Blas asintió antes de volver a vomitar — Voy a comprarte un suero y creo que ya se acabó el ácido fólico.

— ¿Puedes traerme un helado y unas papitas con chile del que no pica?

— Tratare de conseguirlas, en algunas farmacias venden helados, aunque no estoy seguro de las papas.

Blas asintió.

— Perdón por lo de anoche no volverá a pasar, hablaré con mamá.

— Okay...Te quiero.

— Y yo a ti —  El mayor le dió un beso en la frente —  y a ti también — Le dijo a su bebe — Ya vuelvo.

Felipe bajo las escaleras haciendo el menor ruido posible y se abrigó bien antes de salir.

— ¿Quieres que te acompañe?

— Padre, yo...Está bien.

Hacia mucho frío afuera, ambos caminaban despacio en un silencio insoportable.

El menor suspiro profundo.

— Se que vas a pedir que me disculpe con mamá pero no lo voy hacer.

— Al menos admite que hiciste mal, no importa que tan enojado estés, ni puedes hablarle asi a tu madre o a mi o a tu hermana. Por otra parte, estoy orgulloso de ti, has defendido a Blas aún contra Elena, y mira que da mucho miedo, fuiste muy valiente.

— Gracias, supongo. — Felipe se encogío de hombros con las manos en los bolsillos.

— Has cambiado para bien, estudias más e incluso trabajas ¿Quien lo diría?

— No te burles de mi — Pidió Felipe avergonzado.

— No lo hago, de verdad estoy orgulloso.

Felipe asintió.

— ¿Crees que Blas me deje ponerle nombre a mi primer nieto?

— Ah...Bueno en realidad no lo sé.

Enrique sonrió .

— No importa, cualquier nombre estaría bien.

Blas se tiró en la cama demasiado cansado de vomitar.

— Bebe, me siento como la mierda — dijo agotado — y quiero helado, mucho helado y napolitano.

Escucho unos toquecitos en la puerta y sin muchas ganas de levantó, Claudia lo miro nerviosamente.

— Perdón, exageré. — le dijo — Mamá también, no debió tratarte así.

— No te preocupes, ya me acostumbré. Perdón por arruinar tu fiesta.

— No es para tanto cuñado, bueno, me voy.

— Adiós Clau- oh ...ooh.

— ¿Que?....¿Que paso? ¿Estás bien?

— Si, es que el bebé acaba de moverse.

— wow ¿Enserio? ¿Puedo escucharlo?

Blas asintió dejando que ella pudiera su oreja en su pancita.

— ~oh se está moviendo, mi sobrino se mueve.

— ¿Que? ¡¿Mi hijo se mueve?! — Felipe corrió hasta donde Blas — Quítate mocosa — Le dijo a Claudia y pego su oreja al estómago.  — Mi bebé se mueve.

— Me toca — Está vez fue Enrique quien empujó a Felipe. — mi nietecito.

— Me toca.

— No, me toca a mi.

— Cállense mocosos yo soy el abuelo, oh Dios, voy hacer abuelo — Enrique corrio hacia el espejo — ¿Tan viejo soy?