𝐄𝐥 𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨 𝐂𝐚𝐬𝐚 𝐐𝐮𝐢𝐞𝐫𝐞 ✰ 𝑭𝒆𝒍𝒊𝒑𝒆 𝒙 𝑩𝒍𝒂𝒔

17✰

Felipe movió a Blas tratando de despertarlo, lo miro a los ojos cuando Blas los abrio despacio.

— Te ha lastimado — Felipe acaricio la mejilla que se encontraba roja.

— Estás roja porque he dormido de ese lado. — Blas trato de reír — No dolió ni dejo marca, no tienes porque preocuparte.

— Pero lo hago, perdóname, debí saber que traerte aquí era un error, pero no más.

Blas frunció el entrecejo sin entender.

— Vamos, levántate, nos vamos está misma noche.

— ¿Que? ¿A dónde? — Pregunto Blas levantándose de la cama y envolviéndose con la cobija porque tenía frío.

— No es el mejor lugar Pero será nuestro, eso es suficiente para los dos. — Felipe se movió rápido por la habitación buscando sus maletas — Mañana mandaré un camión de mudanza para qué se lleven la cuna y las cosas que nos han dado para los bebes, también nuestras cosas, por ahora solo llevemos lo necesario.

Blas obedeció sacando sus cosas del armario y sus zapatos debajo de la cama, puso muchas cosas de la cuna y otras dentro de las cajas. Hicieron una maleta con lo más básico, un poco de ropa, jabón y sus cepillos de dientes.

— Ya llame al taxi, estará aquí dentro de unos minutos, ponte un abrigo mas grueso que esta haciendo mas frío afuera.

— Felipe...¿A dónde vamos a ir?

El mayor suspiro profundo.

— He conseguido un lugar, aún lo estoy pagando, es un pequeño departamento; Era de un hombre que trabajaba conmigo, se ha mudado a otra ciudad, no recuerdo el nombre pero lo estaba vendiendo, así que lo compre. Tengo un plazo de cinco años para pagar, tal vez no sea la mejor zona, ni sea del todo céntrico, pero estaremos mejor ahí. 

— ¿Cómo piensas pagarlo? ¿Y la escuela?

— Voy a dejarla, buscaré otro trabajo.

— Ya tienes dos trabajos, y no quiero que dejes la escuela.

— Buscaré un programa de estudio en línea, si algo me han enseñado es que si queremos podemos, saldrá bien.

Blas sonrió y asintió, estaba oscuro cuando salió de la casa con pocas maletas, taxi no tardó mucho en llegar y ambos subieron sin mirar atras.

Blas se abrigó a sonreír.

— Lo se, apesta — Dijo Felipe — Por eso no quería decirte, quería hacerle unas modificaciones antes...

— No — Lo interrumpió Blas — Está bien, está frío ahora, pero es porque está casi vacío, al menos hay una cama y sabanas.

Era un pequeño departamento con dos habitaciones pequeñas, una cocina aún más pequeña, un baño y una pieza que simulaba ser la sala.

— Hay que dormir por ahora.

Blas dejo sus maletas en el piso. Había cajas de cartón por todos lado, entre las cosas rescatables había una silla vieja de madera vieja, una silla de plástico, un banco, un pequeño armario sin el espejo y le faltaba una puerta, una mesa de plastico redonda, una estufa de solo dos llamas que Blas ni sabia que existian, también había una cubeta pequeña  y dos botes y finalmente la cama en dónde dormirían hasta que se hizo de día.