Capitulo 32

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Sorpresa era una palabra que se quedaba demasiado corta ante la revelacion de que su esposa en realidad seguia con vida y que por azares del destino, su hija habia logrado dar con ella tras escapar a mitad de la noche. Felicidad y dicha parecian vacias comparadas con el estallido de estrellas que habia sentido cuando la habia reconocido en aquella cueva.

Habia llegado a ese lugar tan molesto con su hija y consigo mismo que ni siquiera habia intercambiado con ella mas de tres frases para evitar decir algo que no sintiera, ese era un error que ya habia cometido muchas veces y no lo iba a repetir. Pero su hija insistia en que debia decirle algo sumamente importante y el solo queria regresar a su templo, al santuario, a su hogar. Y luego Aioria actuo extraño, regresando por donde habia avanzado y apartandose con la unica explicacion de que no iba a meterse en ese ''lo que fuera'', luego Marin hizo lo mismo y su ya de por si escasa paciencia se agoto. Sentia su mano apretando con fuerza la empuñadura del cuchillo y a su hija pidiendole que lo soltara, su mente corria a velocidades estrepitosas tratando de dar con una respuesta mientras se acercaba a la salida del tunel.

Y entonces la vio. Jamas nunca nada le habia parecido tan maravilloso como cuando sus ojos se encontraron tras mas de una decada y justo en ese momento decidio que no le importaba si el mundo explotaba ahi mismo porque el moriria feliz solo por haberla visto una vez mas.

La presion en el arma se aflojo y esta cayo al suelo, resonando en la roca y extendiendo su ruido con el eco de la cueva, haciendo que aquellos que no hubieran reparado en su presencia ahora lo hicieran. Sus ojos no se apartaban de los de Shaina, cada uno en una esquina de aquella estancia, sin moverse un solo milimetro. Y entonces ella hablo y para el caballero fue como si todo su mundo hubiera vuelto a cobrar sentido.

-Milo- su voz apenas era mas alta que un murmullo, pero en el silencio del lugar, resono mucho mas fuerte.

Fue como si la sola mencion de su nombre lo sacara del trance en el que estaba porque empezo a avanzar, un paso tras otro, sentia sus pasos torpes, lentos y nerviosos, pero temia que si se acercaba demasiado, ella se desvaneceria frente a el nuevamente.

-Se lo que diras, Milo, y lo lamento- empezo a decir ella- en verdad. No sabes cuanto lo siento.

¿Aquello era real o solo un sueño cruel que jugaba con su mente? suplicaba a todos los dioses que fuera la primera opcion.

-Se que debi haberte dicho algo, lo que fuera, pero ¿hubieras entendido? ¿me hubieras dejado quedarme aqui? no, habrias insistido en quedarte conmigo y el santuario te necesitaba mas, Lia te necesitaba mas.

¿Como contradecirla si decia solo la verdad? le hubiera suplicado, se hubiera lanzado a sus pies para rogarle que no lo apartara de su lado, bien hubiera podido mandar todo al carajo solo por quedarse con Shaina.

-Se que pude haber vuelto con ustedes, con Lia, contigo, pero aqui me necesitaban mas y podia protegerlos, podia sentirme util... se que te deje solo con nuestra hija y debes pensar que soy una cobarde por eso, pero pense- vio sus ojos cristalizarse y poco le falto para hacer lo mismo el, Shaina parpadeo con rapidez para ahuyentar las lagrimas, sabia que no le gustaba llorar- crei que estarian mejor sin mi.

''¿Como voy a estar mejor sin ti si tu eres mi todo?'' quiso decirle, pero de el no salio ni un sonido. Shaina lo miro nerviosa y mientras el avanzaba, ella empezo a retroceder. 

-Me equivoque, ahora me doy cuenta.

En su retroceso, su espalda choco con una columna de roca de la cueva y tan solo por un segundo, aparto la mirada de el para ver hacia atras, no duro un instante antes de volver a mirarlo, pero esta vez su ceño estaba fruncido. 

-¡Carajo! dime algo, Milo. Deja de ser tan... tan tu, ¡tan Milo! ¡grita, ataca, odiame, di tan solo una maldita palabra!

El veia las lagrimas apunto de desbordar de esos ojos verdes que tanto habia extrañado. Acerco su mano al rostro de Shaina y la vio cerrar los ojos por inercia, con cariño agarro un mechon de su cabello y lo aparto de su rostro, ella volvio a abrir los ojos y ninguno aparto la mirada mientras el le acaricio la mejilla. ''¿Como quieres que te ataque si lo unico que quiero hacer es abrazarte y no dejarte ir nunca mas? no podria odiarte ni aunque lo quisiera, y no quiero, te he extrañado cada segundo de cada dia. Eres lo primero que pienso al despertar y lo ultimo en mi mente antes de dormir, tienes mi corazon en tus manos y aun si lo destrozaras, no podria odiarte. Haz conmigo lo que quieras, te dejo hacerlo''

-En verdad eres tu- fue lo unico que pudo decir- y estas tan hermosa como la ultima vez que te vi.

Ella sonrio y una unica lagrima se deslizo por su rostro, el limpio aquella gota y correspondio a la sonrisa. Mientras a lo lejos, los demas permanecian estaticos, sentian que estaban presenciando un momento demasiado personal y eso empezaba a incomodarlos.

-¿Quieren algo de beber?- pregunto en voz baja una de las chicas que habia acompañado a Shaina antes de que los demas llegaran.

-Si, seguro- respondio Kanon- no creo que vayamos a irnos pronto.

Nadie hizo preguntas a los santos de Athena, ni de que hacian ahi, como habian llegado o como habian hecho para evadirlos a todos al entrar, aquello podia esperar. Todos empezaron a alejarse en silencio, pero Lia se quedo quieta, sin apartar la mirada de sus padres, aquella imagen era todo lo que ella siempre habia deseado y finalmente se estaba cumpliendo.

-Lia, vamonos, ellos tienen mucho de que hablar- dijo Marin con una de sus manos en el hombro de la menor.

-Si... vamonos.

Dedico una ultima mirada a sus padres y en silencio agradecio a los dioses por haberla ayudado en todo ese recorrido.



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Llegamos a los ultimos capitulos de la historia, no creo que sean mas de cinco o seis pero eso depende

La búsqueda de ShainaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora