Capítulo XVI

153 28 9
                                    

Antes que empiece el capítulo les pregunto, como ven los capítulos? Se ven ordenados?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Antes que empiece el capítulo les pregunto, como ven los capítulos? Se ven ordenados?

Había tenido este problema de que se desordenaban y ahora me gustaría saber cómo se ven porque creo, creo! que se solucionó.

⊹⊹

Caminabas con una sonrisa por el parque que estaba antes de llegar a los edificios abandonados donde vivían. Nadie podría quitarte esa sonrisa de tu rostro, estabas feliz.

Y enamorada.

Miguel Ángel tenía ese no se que, que te hacía ceder. Y nuevamente cedías ante su insistencia.

Pero estaba bien.

Porque habías podido tomar su mano, habías podido verlo a los ojos y no encontraste miedo en ellos. Viste su sinceridad y su valentía, su alegría y su amor. Pudiste ver en sus ojos la determinación para ayudarte.

Y el miedo que tanto sentías, se iba al ver sus preciosos ojos.

Serías sincera, te daba terror lo que podría suceder ahora, no sabías lo que podía suceder en el futuro, y si lo vieras sabías que una parte de ti querría escapar lo más lejos posible.

Pero ya no querías huir más.

No querías seguir escondiéndote cuando lo hiciste ya varias veces en el pasado huyendo de él.

No ahora que finalmente estabas encontrando algo de felicidad a tu vida mutante.

Miguel Ángel te daba una extraña valentía. Cuando sostuviste su mano, comprendiste que no podías estar toda tu vida arrancando y él estaría allí para ayudarte.

Mientras ibas en tus propios pensamientos, notaste que alguien te seguía. Podías sentir su intensa mirada sobre ti.

Te detuviste en medio de la calle, Alzaste tu nariz y moviste tus orejas buscando de donde podría venir aquel sonido.

Te acechaba, lo sabías. Miraste a todos lados y no viste nada. Así que seguiste caminando.

Pero ese sentimiento de que alguien te seguía volvía a aparecer.

—¡T/N! – Escuchaste.

—¿Qué...? – No alcanzaste a defenderte o a hacer algún movimiento. Rápidamente te tiraron hacia un callejón y se ocultaron detrás de unos grandes tarros de basura. —¡Hey! –

Taparon tu boca, ibas a luchar contra quién te había tirado hasta la pared y que te mantenía allí con fuerza. Claro que tú tenías aún muchaas fuerza y lucharías. Sin embargo, te detuviste al darte cuenta de que era Pete, un amigo mensajero mutante igual que tú. Era una paloma y eso realmente les servía para vigilar, aunque él era bastante disperso.

Dos Mutantes -Mikey2012 Y Tu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora