¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Palabras: 1050
Advertencias: Tristeza. Llanto.
Comentarios míos: Voy a extrañar al abuelo Aemon x2
Driftmark
93 d.C
El pequeño niño de apenas 3 días del nombre, miraba con melancolía las olas que azotaban la arena de Driftmark. Recordaba a un hombre jugando con él a escapar de las infernales olas que querían llevárselo mar adentro. Con los Krakens, con las criaturas desconocidas que habitaban el Mar Angosto. Recordaba los vuelos donde Caraxes rozaba sus alas con el agua y los salpicaba, sacándole risotadas de alegría.
¿Por qué se había ido? ¿Por qué lo había abandonado?
El recuerdo latente de su abuelo seguía allí. Merodeando como un intruso en su cabeza rememorando recuerdos que ahora dolían, como una herida abierta que nunca sanaría. Por más que trataba de olvidar el dolor, no podía. Algo lo hacía recordarlo una y otra vez. Y no comprendía, era un niño apenas que debía de ya haber olvidado la tristeza de perder a un ser amado, ¿Por qué él no podía hacerlo? ¿Algo malo estaba pasando con él?
El llanto de una niña lo despertó de sus recuerdos. Al voltear, Laena estaba observándolo desde el suelo. Sus juguetes estaban regados por todas partes y la niñera de ambos, no sabía qué hacer para calmar a la menor. Solo se acercó para sentarse a su lado.
—Tanquila Lena, esto aquí...
La menor se acercó a él para abrazarlo. Se acomodó sobre el para poder dormir un poco. Una costumbre que a sus padres les causaba ternura. Laena durmiendo como un bebe en los brazos de su hermano mayor. Apoyo su espalda en unos almohadones para que no le doliera. Su hermana podía ser pequeña, pero pesaba. Tenía que protegerla, cuidarla de aquel que quisiera corromperla. Mantenerla siempre cerca suyo para que nada le sucediera.
No quería perderla. Era su hermanita.
Su hermana, su responsabilidad.
Nuevamente el día paso sombrío, sin ninguna cosa que le llamara la atención como antes. Ya no volaba en dragón con su madre, no salía a navegar con su padre, apenas y asomaba su nariz en el Salón del Trono. Su madre quería que los acompañara a caminar por la orilla de la playa con su abuela Lady Jocelyn, pero el solo negaba. Quería alejarse de todo lo que antes su abuelo hacía con él. Con su abuelo Aemon Targaryen.
