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Palabras: 1810
Advertencias: Emoción. Celos infantiles.
Maratón: 4/5
Comentarios míos: Upa, primeros celos de Nyra 👀 Disfruten, comenten y voten 😘
King's Landing
104 d.C
Séptima luna
Cuando vio a lo lejos las torres de la Fortaleza Roja, suspiro en alivio. Por entre las rendijas del carruaje que lo llevaba a la Fortaleza, podía ver cómo la gente se arremolinaba a intentar mirar quien era la persona que estaba dentro. Esta vez su llegada fue silenciosa, Balerion no hizo tanto gruñido para indicar que estaban allí, porque ya estaba anocheciendo y Aemon no quería despertar a la gente.
Claro que la actividad nocturna ya había comenzado.
Su padre llegó horas antes que él, cuando el sol aun iluminaba Westeros. Tenía más trabajo que hacer debido a todas las cosas que debían bajar de los barcos. Algunos barcos fueron a Driftmark y a otros puertos de Westeros, solo unos pocos fueron al puerto de King's Landing. Aemon esperaba que el rey tuviera un banquete para su llegada, porque como fue capaz de enviar una comitiva a su espera, debía de estar ansioso por su llegada.
—Ya estamos aquí, mi Lord —anuncio un guardia desde fuera.
Agradeció para bajar. Nada más poner un pie en el suelo de tierra, cuatro remolinos lo atropellaron. Se alcanzó a afirmar de la puerta del carruaje, porque de lo contrario, hubiera caído con los cuatro menores al suelo en golpes para nada lindos.
— ¡Laena, Laenor, Gwayne! —Grito su madre.
— ¡Rhaenyra! —Chillo la reina Aemma.
Los nombrados solo reían. Ellos lo habían extrañado en la luna que estuvo en Qohor paseando. No recibía cartas por la distancia en la que se encontraba, la esperanza de verlo regresar con vida, era solo misericordia de los Dioses. Encontró a Laena más alta al igual que Gwayne, ambos comenzando a entrar en la edad del desarrollo. Podía haberse ido por al menos una luna, pero había cosas que podían cambiar.
Como el hecho que la reina tuviera un pequeño vientre de embarazo.
Maldito sea el Rey Viserys.
—Ya, van a haber abrazos para todos si me sueltan —dijo entre risas. Sus hermanos lo soltaron, al igual que Gwayne. Sin embargo, Rhaenyra quedo colgada de su cuello sin intenciones de soltarlo. Sonrió divertido—. Nyra...
