30. PENTOS 104 d.C

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ACTO DOS — — Capitulo treinta:

Pentos

Palabras: 2280

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Palabras: 2280

Advertencias: Discusión. Leve agresión.

Comentarios míos: Upa, llegamos al lugar donde comienza el desarrollo de personaje de Aemon 💪 Disfruten, comenten y voten 😘


Pentos

104 d.C

Cuando era apenas un niño que rondaba los 6 veranos, su padre le habló de la ciudad libre de Pentos. Una ciudad portuaria más grande que Astapor —en la Bahía de los Esclavos— y una de las ciudades libres más pobladas. Jamás le dijo que su población en su mayoría eran esclavos. Aemon tuvo que verlo con sus propios ojos, como los amos ponían en los cuellos y muñecas de sus esclavos, los collares que diferenciaban su condición del resto de habitantes.

Le daba desagrado como trataban a las personas.

Torres cuadrangulares cuidaban del lugar, siempre vigilando que barcos enemigos no se interpusieran para atacarlos. Dioses, eso era lo que más deseaba hacer en esos momentos pero debía primero saber los puntos fuertes de la ciudad, y sus puntos débiles, antes de enviar las ordenes correspondientes.

Tenía que conocer y armar un plan muy estratégico para atacar.

Los barcos mercaderes estaban atestando el puerto. Banderas de diferentes ciudades de Poniente pudo observar. El león, el ciervo y la flor amarilla. Lannister, Baratheon y Tyrell. Eso sería importante cuando su madre asumiera como reina, porque esas casas ambicionarían con tener su sangre gobernando Essos, al no tener una oportunidad con Poniente. Sonrió de lado, bastantes ingenuos tenían que ser para creer eso. Si alguien gobernaba después de su madre, ella tenía que escogerlo y además, la futura o futuro consorte.

Y prefería que fuera una persona con Sangre Essosis antes de Sangre de Poniente.

— ¡VEN AQUÍ PEQUEÑA MIERDA! —Un hombre barbudo y gordo apareció de espaldas en su campo de visión.

Elevo una ceja sin expresión alguna en su rostro. No se metería en un drama que no le incumbían, ni tampoco que lo incluía. Solo rodeo al hombre lo mejor que pudo para seguir con su camino. Le molestaba cuando las personas eran lentas para caminar ¿Acaso sus piernas le pedían permiso a las hormigas para avanzar? Al parecer, porque tan lento daban los pasos que tenía que rodearlas cuando la oportunidad se presentara.

𝗩𝗼𝘂𝗹𝗲𝘇 - 𝘃𝗼𝘂𝘀 (𝗥𝗵𝗮𝗲𝗻𝘆𝗿𝗮 𝗧𝗮𝗿𝗴𝗮𝗿𝘆𝗲𝗻)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora