19. VOLANTIS 104 d.C

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/ ⁄ VOULEZ VOUS PRESENTA

ACTO DOS — — Capitulo diecinueve:

La Ciudad de Volantis

La Ciudad de Volantis

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Palabras: 1650

Comentarios míos: Comenzamos con esta nueva aventura. Algo introductoria, no hay tanta lucha pero si posiblemente se vea algo de política, lugares de Essos, descripciones, etc.


Volantis

104 d.C

Tercera luna, cuarto día

Una gran nube oscura cubrió la Ciudad ocultando el agradable sol de verano que calentaba los cuerpos y hacia correr gotas de sudor por la espalda, en lentos caminos que daban escalofríos. Nadie sabía que estaba ocurriendo, miraban buscando respuestas al extraño fenómeno que ocultaba el sol de sus vistas, pero nada de respuestas eran encontradas. Solo incógnitas y conclusiones erróneas ante el nerviosismo de no poseer más el calor arrasador.

Hasta que alguien grito.

¡Dragon! ¡Dragon!

El caos fue absoluto. La gente grito, corrió y lanzo cosas inanimadas al suelo embarrado en un intento por esconderse de la gran Bestia oscura que ocultaba el sol y rugía con ferocidad por sobre sus cabezas. Allí, por sobre su lomo aferrado a las gruesas cuerdas y a la silla de montar, se encontraba un joven pelinegro que sonreía divertido ante lo que ocurría bajo sus ojos. Balerion no atacaría si él no daba la orden. Su conexión era única y mágica, donde el joven quería ir el dragón volaba sin instrucciones ni pistas.

El jinete, de 14 veranos portaba un hermoso cabello pelinegro con algunos rizos rebeldes cayendo por su frente. Ojos amatistas mirando todo con interés, cada estructura resquebrajada, cada árbol y enredadera que cubrían casas y edificaciones de gran escala. Grandes cambios se harían en la ciudad libre de Volantis para el propósito que se movía con perseverancia por su mente desde el momento que Viserys fue nombrado sucesor de Jaehaerys I. El gruñido de Balerion hizo que mirara bajo el gran cuerpo.

La flota de su padre estaba llegando al puerto. Un pequeño sonido y una caricia en el lomo del dragón, este voló hasta una planicie cercana de la ciudad. Debido a su gran tamaño, debía de quedarse fuera de la ciudad donde estuviera cómodo. Sin embargo, al momento de bajar y colocar sus patas en el suelo, descubro que era más barro que arenilla. Gruño algo molesto, Aemon rio divertido quitando las amarras para bajar. Al llegar al suelo, arrugo su nariz por el cómo sus botas se enterraban en el lodo.

—Lo lamento, abuelo, es lo mejor que hay hasta que hagamos cambios. —A veces olvidaba que su abuelo Aemon había reencarnado en el dragón de la Antigua Valyria y seguía siendo exquisito y delicado con sus gustos—. Estaremos por pocos días acá. Después marcharemos a King's Landing. Pero tienes que aguantar.

𝗩𝗼𝘂𝗹𝗲𝘇 - 𝘃𝗼𝘂𝘀 (𝗥𝗵𝗮𝗲𝗻𝘆𝗿𝗮 𝗧𝗮𝗿𝗴𝗮𝗿𝘆𝗲𝗻)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora