The Last She || Una historia de Las Crónicas de Narnia.
જ⁀➴ Aldara Lennox siempre ha vivido bajo la sombra de un destino que su padre nunca reveló, y un misterio de una madre cuya identidad permanece oculta. ¿Podría esa madre desconocida, ser aquell...
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❝La Coronación❞
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El día siguiente resultaría aún más solemne para ellos, pues aquel día, en el Gran Salón de Cair Paravel —aquella sala maravillosa de techo de marfil, la pared oeste recubierta de plumas de pavo real y la puerta oriental mirando al mar —, en presencia de todos sus amigos y acompañados por el sonido de las trompetas, Aslan coronaría solemnemente a Peter, Susan, Edmund y Lucy, como los legítimos reyes y reinas de Narnia. Los 4 muy nerviosos se alistaban en sus respectivos aposentos. Aunque ese día sería magnífico, en aquel momento todo era un desastre.
—¡Susan! ¡Me estás jalando el pelo! —gritaba la más pequeña de las hermanas, Lucy, cuando su hermana mayor estaba cepillando su pelo, pero al desatar los nudos de este, le arrancaba sus cabellos.
—¡Quédate tranquila! ¡Tu cabello puede ser corto, pero es muy rebelde!—Susan, tomaba fuertemente el cepillo, tratando de peinar a su hermanita, y Tumnus las veía muy nervioso por los gritos.
—Mi Reyna, yo sugeriría que...— el fauno quiso aconsejar que fueran las dríadas y damas de compañía quienes las ayudaran a listarse, pero fue interrumpido por las risas cierta chica que estaba apoyada en el marco de la puerta, encontrado muy cómica aquella escena.
—Dejarás a nuestra próxima reina sin cabellos Su. —Aldara articuló con dificultad, ya que estaba comiendo un pedazo de pan a la vez. Tenía puesto un vestido muy elegante a medio cerrar, el cabello lleno de ruleros, llevaba el maquillaje a medio hacer, y solo tenía puesta una pantufla.
—Pero es que su cabello no quiere colaborar. —la mayor de las hermanas se rindió, sentándose en su cama totalmente agotada. Susan levantó su vista, dirigiéndola hacia la morena, y al verla de aquella manera, se rio muy fuerte. —¡¿Pero que te ocurrió?!— Siguió riendo, y Lucy se sumó a su risa, al igual que Tumnus.
—Ah, esto. —terminó su trozo de pan de un bocado, masticándolo rápidamente, para hablar. —Me escapé de una muy gruñona señora, un segundo, cuando me alistaba para la coronación. Esa señora tiene un problema con el rosa.—la chica tomó el cepillo, y se acercó a donde se encontraba Lucy sentada frente a un gran tocador muy elegante. Todo en aquella habitación era muy elegante. —Me abrumó tanto rosa y compañía, así que necesitaba un respiro, y vine a ver a mis chicas. Puedo confirmar que la están pasando peor que yo. ¿No sería mejor si las damas de compañía de las reinas las arreglaran? —sugirió al intentar pasar el cepillo por los cabellos de Lucy, sin éxito.
—Eso es lo que iba a sugerir mis altezas. —Tumnus dijo, acercando una bandeja llena de bocadillos a Aldara, donde está los acepto con mucha alegría.
—Bueno, eso sería mejor que estar aquí batallando contra los cabellos de mi hermanita. —la ojiazul musitó, para verse en el espejo. —Porque yo también necesito arreglarme.
