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Pov Jihyo

El ambiente con las chicas estaba algo tenso, especialmente entre Nayeon y yo.

Jeong: Debes disculparte con ella.
Jihyo: ¿Yo?
Jeong: Si, tú.

Jeongyeon tenía razón, pero admitirlo me resultaba difícil. Aun así, sabía que tenía que hacerlo si quería que las cosas volvieran a la normalidad entre nosotras.

Jihyo: Supongo que... sí, debería hacerlo. Pero ¿Cómo empiezo?
Jeongyeon: Solo sé honesta y sincera. Nayeon apreciará eso.

Suspiré profundamente, preparándome mentalmente para enfrentar la conversación que sabía que debía tener con Nayeon.
Decidí esperar el momento adecuado para hablar con Nayeon. No quería abordarla en medio de la tensión que ya se sentía en el ambiente. Mientras tanto, intenté mantener una actitud más amigable y tranquila con ella, tratando de disipar cualquier resentimiento que pudiera estar presente.

A medida que pasaban los días, noté que Nayeon también estaba haciendo un esfuerzo por su parte, tratando de mantener la calma y la cordialidad. Era evidente que ninguno de nosotros quería que las cosas se complicaran aún más.

Finalmente, llegó el momento en que nos encontramos a solas en el estudio, y supe que era el momento de abordar el tema.

Jihyo: Nayeon, necesitamos hablar.
Nayeon: Claro, Jihyo. ¿Qué sucede?
Jihyo: Sé que las cosas han estado un poco tensas entre nosotros últimamente, y quiero disculparme por cualquier tensión que haya causado.
Nayeon: No te preocupes, Jihyo. Entiendo que las cosas pueden ser difíciles a veces.
Jihyo: Pero hay algo más que necesito decirte. He estado reflexionando sobre nuestras diferencias y he llegado a darme cuenta de que quizás no he sido justa contigo. Cometí errores en el pasado y no quiero que eso afecte nuestra relación actual.
Nayeon: Jihyo, yo también he reflexionado sobre todo esto. Sé que las cosas no han sido fáciles para ninguno de nosotros, pero creo que podemos superarlo si trabajamos juntas.
Jihyo: Gracias, Nayeon. Significa mucho para mí escuchar eso de ti. Quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte, no importa qué.
Nayeon: Lo sé, Jihyo. Y quiero que sepas que también estoy aquí para ti. Somos parte de la misma familia y debemos cuidarnos mutuamente.
Jihyo: Gracias, Nayeon. Realmente aprecio tu comprensión y tu apoyo.

Pov ____

Estaba ocupado los últimos días y no había podido ver a Nayeon tanto como me gustaría. Entre grabaciones y reuniones, el tiempo parecía escurrirse entre mis dedos. Sin embargo, sabía que debía hacer un esfuerzo para vernos y mantener nuestra relación fuerte.
Una tarde, mientras trabajaba en el estudio, mi teléfono sonó. Era un mensaje de Nayeon:

Nayeon: Hola, ¿Cómo va todo? Te extraño...

Sonreí al leer el mensaje. A pesar de la distancia y las ocupaciones, ella siempre encontraba la manera de hacerme sentir especial.

____: Te extraño también, Nayeon. ¿Te gustaría cenar juntos esta noche?

La respuesta no tardó en llegar.

Nayeon: ¡Sí! ¿Dónde nos vemos?
____: Te recojo en tu dormitorio a las 8.

A las 8 en punto, estaba frente a la puerta del dormitorio de Nayeon. Ella salió luciendo radiante, como siempre. Su sonrisa iluminaba la noche.

Nayeon: Hola, _____.
____: Hola, hermosa. ¿Lista para nuestra cita?

Ella asintió y nos dirigimos a un pequeño restaurante que había descubierto recientemente. Era un lugar tranquilo, perfecto para una noche de relajación y conversación.
Mientras cenábamos, hablamos sobre nuestras vidas, sueños y el futuro. Era reconfortante poder compartir esos momentos con ella, a pesar de nuestras agitadas agendas.

Nayeon: ¿Cómo has estado, _____? Parece que has estado muy ocupado últimamente.
____: Sí, ha sido un poco caótico, pero estoy manejándolo. ¿Y tú? ¿Cómo estás?
Nayeon: Bien, aunque también he estado bastante ocupada. Pero estoy feliz de que finalmente tengamos tiempo para nosotros.

Después de la cena, decidimos volver al estudio. Nayeon se acomodó en el sofá mientras yo terminaba algunos detalles pendientes. De repente, sentí su presencia detrás de mí. Se inclinó y me abrazó por la espalda.

Nayeon: Te he extrañado mucho, _____. Me alegra que podamos estar juntos ahora.

Sentí una calidez en mi pecho al escuchar esas palabras. Giré para mirarla a los ojos.

____: Yo también te he extrañado, Nayeon. Me haces muy feliz.

Nos quedamos en silencio, disfrutando del momento, hasta que finalmente nuestros labios se encontraron en un beso suave y lleno de cariño. En ese instante, todo el estrés y las preocupaciones parecieron desvanecerse, dejándonos solo a nosotros y el amor que compartíamos.

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