Capítulo 11.

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Volver al trabajo, admitía que le daba pereza levantarse temprano, extrañaba ser un niño pequeño y preocuparse por su sencilla tarea de números del 1 al 100 y que pasasen su caricatura favorita

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Volver al trabajo, admitía que le daba pereza levantarse temprano, extrañaba ser un niño pequeño y preocuparse por su sencilla tarea de números del 1 al 100 y que pasasen su caricatura favorita.

De vuelta al hospital, sentía que aún tenía la resaca de hace dos días, tenía meses sin emborracharse a tal grado. Esa noche incluso hasta llamaron sin querer al doctor Soobin pero este divertido por ver a su enfermero, y ahora nuevo amigo así, los llevó a cada uno a sus casas sanos y salvos.

Aunque Hueningkai casi le vomita los zapatos. Beomgyu al día siguiente envió un largo texto pidiendo disculpas pero este no estaba molesto en absoluto. Apreciaba eso. De la misma forma que siempre, tomó un taxi y se dirigió al hospital, pensaba mientras veía los edificios, que le gustaría tener un auto algún día.

- Buen día a todos— hizo una reverencia a sus compañeros quienes lo saludaron de vuelta, firmó su llegada y fue a la habitación que compartía con Jimin.— Oh, Hoseok, hola.

- ¡Beomgyu!— Hoseok volvió de sus vacaciones, y se veía muy bronceado... Apenas Beomgyu lo vió lo primero que pensó fue que oh no, debía volver con Taehyun. Le daba pena pedirle a su compañero que cambien de lugares. Así que luego de una corta plática se fue a su antiguo dormitorio. Molesto fue la sorpresa que se llevó al ver a Taehyun preparado para irse a comenzar su labor.

- Gy- Beomgyu... Hola...— saludó emocionado.

- Hola Tae... Supongo que he vuelto...

- Así parece...— ninguno dijo nada más y había una incomodidad extrema, Taehyun dió el primer paso para dejarlo solo y que así se cambiase para colocarse su uniforme. Beomgyu agradeció que no le sacase más plática. Una vez se alistó, a la primera habitación que visitó fue obviamente a la 160, la de Yeonjun.

Lo vió acostado, con la mirada perdida y eso le encendió las alarmas, pero primero se calmó para no exaltarlo— Yeonjun... Buenos días...— se acercó a él y se sentó en la cama... Pareciera que estuviese inconsciente, hasta que volteó la cabeza y sus ojos se conectaron.

- Hola...— saludó sin una pizca de ánimo. Su voz sonaba muy cansada.

- ¿Qué sucede?, ¿cómo te fue en la terapia?— a Beomgyu se le hacía un nudo, ver a Yeonjun así de indefenso y confundido le rompía el corazón.

- Fue... Nada mal... Solo pienso y ya... Intento recordar más, es todo.

- Sé que no puedo ponerme por completo en tu lugar, pero Yeonjun, acá estoy, no te dejaré solo, mi deb— Yeonjun lo abrazó, apretaba fuerte pero era lo de menos. Se sentía muy cálido y sincero que en un momento un lágrima traicionera bajó por su mejilla.

Yeonjun en realidad había pasado a una mirada oscura gracias a que el enfermero no lo podía ver. Una vez se separaron, conectaron miradas de nuevo pero con sus rostros muy cerca que podían oir la respiración del otro; el enfermero quería acortar la distancia pero sabía que no estaba bien, para nada bien, Yeonjun no rodeó más y pasó lo que jamás de imaginó real. Se estaban besando, lentamente, en la boca, oh oh, ahora sí estaba pasando todos los extremos que existen; ambos tenían que separarse pero no podían, sus labios encajaban muy bien y sabían deliciosos, Yeonjun sentía un cosquilleo y eso sí que le gustaba, sus manos pasaron a la cintura del menor en un intento de acariciarlas y no quedarse así, quiso ir por más pero fue cuando Beomgyu abrió los ojos deteniendo el momento en el que el amor se sentía mucho.

El Paciente Del Piso 4 [Yeongyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora