CAPITULO VIII

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⋆。°✩ Capítulo VIII ✩°。⋆˚⁺

╰☆☆ Between shadows and lights☆☆╮

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✩。:*•.─────  UNA CORTE DE ROSAS Y ESPINAS─────.•*:。✩

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Presente.

____⁠_⁠_*⁠.⁠✧ Catalina *⁠.⁠✧_⁠___

Todo estaba negro. Solo había oscuridad. Una oscuridad infinita me rodeaba.

La muerte finalmente había venido a por mí, pensé. Iba a reencontrarme con papá y mamá. Sería muy bonito. Seríamos una familia feliz. Ellos y yo. Juntos. Y conocería a mí madre. Papá me había contado que era pelirroja como yo. Tenía sus mismos labios y su misma nariz. Y de aspecto papá me decía que éramos igualitas. Qué parecíamos gemelas. Sería muy emocionante verla. Poder abrazarla. Escucharla decir mi nombre. Todo.

¿Dónde estaba sería la entrada al cielo? No lo sabía. Esperaba que sí. Y no fuera la entrada al infierno. ¿Y si realmente no estaba muerta y estaba inconsciente? Tampoco lo sabía.

No sabía exactamente lo que quería. No sabía si quería morir o vivir. Mis padres no estaba conmigo. Mi padre había sido asesinado por mí culpa. Me estaban buscando a mí. Por eso fueron a casa y se lo encontraron a él, en vez de a mí. Tendría que haber estado allí, con él. Él murió sólo. Sin nadie para que lo acompañase en su último latido. Para despedirse. Para abrazarlo. Para decirle que lo quería. Murió sólo. Sólo. Por mí culpa. Mi culpa. Papá tenía que haber estado con Devlon. Tendría que haber llegado a casa más tarde. Y yo más temprano. Tendría que haber llegado antes. Tendría, tendría, tendría.

Me odiaba a mí misma por todo eso.

Dejaron allí el cadáver de mi padre. Lleno de sangre. La ropa que se puso ese día. Su chupa de cuero que de vez en cuando me prestaba. Todo lleno de sangre. Sólo había rojo.

Recordé las heridas que dañaban si piel cuando lo vi. Lo habían torturado. Esos bastardos. Tenía arañazos por muchas partes de su cuerpo. Su cuello rajado. Cortado como cortas la carne. También tenía cortes profundos en su pecho. Formando una cruz. En su cara... Su cara estaba llena de cortes. Muchos. Un montón de sangre en su cara. Si me hubiera encontrado su cuerpo entre la nieve, en el calle. Probablemente no lo hubiera conocido por toda la sangre y heridas. No lo habría conocido.

Todo lo que sufrió papá hace unas horas fue mi culpa. Mía.

_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_*⁠.⁠✧Nyx*⁠.⁠✧_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_

- ¿Estáis bien? - nos pregunta madre al entrar por la puerta.

Cassian, Azriel y yo acabamos de llegar a la casa del Río.

Después de yo irme a buscar a Catalina, cuando escuché sus gritos. Mor llamó al general y al jefe de espías. Ella también oyó los gritos y les dijo que vinieran por si necesitaba su ayuda. Y sí. La necesitaba. Los hombres aquellos tenían una gran habilidad para la lucha. Incluso a Cassian le costó luchar con ellos, aunque no lo admita nunca. Matamos a dos de ellos. El último está en la Corte de las Pesadillas. Azriel se pasará más tarde a ver si dice algo torturarlo para que hable.

Después de asesinar a esos dos bastardos cogimos a Catalina y la trajimos aquí. Esta vez estaba mucho peor . Antes de llegar había estado con ella. Ahora estaba inconsciente. Tenía varias costillas rotas. Los huesos de la mano rotos, también. Tiene heridas en torno al cuello, donde le cortaron el aire, evitando que llegue a los pulmones. Y en la otra mano, derecha creo, tiene un corte de una daga. Ahora mismo estaba dormida, inconsciente. No despertaba. Magda dijo que no nos tenemos que preocupar mucho, pero que tenemos que estar vigilándola, por si le pasa algo. Lo que le ha extrañado a la curandera del círculo íntimo es que ha sanado mucho más rápido de lo que tendría. Es bueno, pero Magda dice que lo va a investigar. Ahora mismo Mor y la curandera estaban con ella.

- Sí. Estamos bien. O todo lo bien que se puede estar - dice Cassian. Éste estaba enfadado por la muerte del padre de Catalina, que resultó que se llamaba Enzo. Por lo que tengo entendido habían luchado juntos en la última guerra. Y también participó en la anterior, cuando era mi abuelo, el Alto Lord de la Corte Noche. 

El resto asintió con la cabeza sin saber muy bien qué decir.

- Y ¿Cómo está ella? - pregunta mamá observándome.

- Está... Mejor - dije secamente. - Sus heridas están mejor.

Mamá asiente. Ella sabe a lo que me refiero. Físicamente está mejor. Pero mentalmente no sé. Yo no sé qué haría si mis padres no estuvieran aquí.

- Luego iré a verla contigo, ¿Vale?

Asentí con la cabeza. No sabía que decir. No sabía que hacer. Quería estar con ella. Pero teníamos que ver quién había asesinado al padre de Catalina, a la única familia que le quedaba. No habíamos averiguado mucho más. Sólo que loa machos que la secuestraron eran mercenarios y les habían pagado para llevarla a un sitio de encuentro.

- Seguramente los faes... o lo que sean esas criaturas que han  saqueado en las cortes eran las personas que ordenaron a esos mercenarios llevársela - comentó Nesta.

Tenía razón. Tenían que ser ellos.

- Después de interrogar al mercenario iré a investigar al noreste de las Montañas Ilyrias - dice Azriel que está en una esquina de la habitación, entre las sombras (como siempre).

- Vale. Pregúntale a algunas personas si vieron alguna cosa o algo que necesitemos saber - le contesta mi padre -. Pero que sean hombres de confianza.

Azriel asintió con la cabeza.

- También deberíamos... - empieza a decir la tía Nesta cuando la tía Mor inrrumpió en la sala.

Todos nos giramos a verla. Con gesto preocupado. ¿Le había pasado algo a Catalina?

- ¿Ha ocurrido algo? - pregunta Cassian que se acababa de poner de pie.

Mor movió la cabeza de arriba y abajo, asintiendo.

- Sí - empieza a decir. - Ella... Ella está bien. Bueno, dentro de lo que cabe estar. Magda ha dicho que físicamente está bien.

- Mor. Eso ya lo sabemos - gruñe mi padre.

- Catalina ha despertado.

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Holiwis ❤️
Éste ya es el presente. Es el capítulo que seguiría al tres. Espero que os haya gustado.
Os amooo ✨✨✨

Una Corte De Mente Y Alas || ACOTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora