⋆。°✩ Capítulo XV ✩°。⋆˚⁺
╰☆☆ Shadows of the past ☆☆╮
✩。:*•.───── UNA CORTE DE ROSAS Y ESPINAS─────.•*:。✩
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______*.✧ Nyx *.✧______
Lo primero que escuché fueron risas que provenían del interior de la celda, de ese bastardo. Lo segundo fue un grito desgarrador.
Padre, madre y el Cantor de Sombras. Todos. Nos miramos. Preguntándonos qué estaba pasando ahí dentro.
Yo fui el primero en abrir la puerta de hierro, la puerta que llevaba a la celda donde se encontraban Catalina y el asesino de su padre. Mierda. ¿Por qué me había ido? No tenía que haberle hecho caso a Catalina y menos a él, él quería esto, él quería que pasara justamente esto.
Entré en la celda rotundamente. Cuando la vi me quedé quieto en mi sitio para analizar lo que estaba sucediendo. Catalina tenía la daga que le regalé en la mano, empuñada, llena de sangre. Lo había apuñalado. Y no solo una vez, tenía dos manchas de sangre, que con los segundos iban aumentando, creciendo, acercándolo más a la muerte. Pero lo que me hizo actuar no fue que él moriría, sino por la manera en que Catalina lo apuñalaba y desplegaba su ira contra él. Todos pudimos ver cómo la ira que había guardado en su interior salía al exterior en gritos que expresaban dolor y en movimientos con el brazo que empuñaba la daga. Se estaba consumiendo. Estaba haciendo lo que él quería, y ella había caído en su trampa.
— Catalina — la llamé. Pero ella siguió dando puñetazos y acuchilladas —. Catalina — no escuchaba. Parecía como que el resto del mundo hubiera desaparecido para ella, parecía que solo importaba ese hombre y la daga.
Mis padres y mi tío aparecieron detrás de mí acercándose al hombre que colgaba del techo por las cadenas. Sentía su presencia, su urgencia, pero también su reticencia a intervenir. Ellos sabían, al igual que yo, que esto era algo que Catalina necesitaba sacar de su interior, pero al mismo tiempo, también sabían que debía ser detenida antes de que se perdiera completamente.
Yo en cambio, me acerqué a ella, a Catalina. Tenía que conseguir que parara. Tenía que conseguir que ese bastardo no se saliera con la suya. Aunque ella no lo mate, yo mismo tendría una charla muy buena con él. Llegué a ella en grandes zancadas. Lo primero que hice fue arrebatarle la daga, tirándola al suelo, de esta manera ya no podría apuñalarlo más.
Vi como el asesino seguía con la sonrisa dibujada en su rostro, parecía el típico aspecto de una persona que se hubiera vuelto loca. Su risa con los segundos fueron disminuyendo de volumen hasta pasar a ser silenciosos. El jefe de espías de la Corte se acercó a él, colocando sus dedos índice y medio en la zona donde se encuentra el pulso en el cuello. Azriel negó con la cabeza cuando el asesino cerró los ojos. Lo había matado. Sabía que ella no se sentiría mal por haberlo matado, puede que por otras razones. Quizás no haber conseguido la información que quería. Pero no podía permitir que ella cayera.
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Una Corte De Mente Y Alas || ACOTAR
FantasyEn el vibrante mundo de Prythian, la paz se ve amenazada por una ola de saqueos y asesinatos que azotan las cortes. En medio del caos, la atención se centra en una joven llamada Catalina, cuyo pasado oculta secretos que podrían cambiar el destino de...