"Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya"
El principito.
El pincel con la pintura negra era el único color que había en mi cuadro.
Tenía alrededor de 30 minutos haciendo trazos, aún indecisa en que pintar. Quería hacer tanto y no sabía como plasmarlo. Necesitaba que sea algo impresionante, que dejara a todos con la boca abierta. Quería algo diferente, de otro mundo.
Seguí con mi pincel y... después de continuar con lo mismo me di de cuenta lo que estaba haciendo. Y me gustó, creo que eso es lo que haré.
Estaba en el sótano de la casa. Allí tenía diferentes pinturas con sus caballetes y todos mis cuadros, potes y potes de pintura con una gaveta donde guardaba otros instrumentos de pintura.
Tenía la silueta de una chica, quería terminar de hacer la pintura pero ya llevaba tiempo dibujando, necesitaba descansar y despejar mis ideas.
Salí del sótano y entré a mi habitación, oh, mejor dicho, al baño. Necesitaba bañarme y descansar.
Me bañé, me vestí y me lancé a la cama. Tenía alrededor de 1 hora para dormir ya que después tendría que ir al ensayo.
El baile sería entre 4 días, todos les estábamos dando todo para que saliera perfecto.
La actividad sería al aire libre. Habrá un escenario donde nosotros vamos a bailar y estará todo decorado con luces, árboles navideños...
Solo deseaba con todo mi corazón que todo saliera bien.
☆☆☆
—¿Me veo bien?—pregunté, dando vueltas en el espejo. Mi mamá estaba sentada viendo mi vestido que usaría para el baile.
Ya hoy era el día del baile. Estaba ansiosa y nerviosa por parte iguales. Tenía años que no bailaba en público, ¿y si me equivocaba? ¿O me congelaba? Oh, aún peor, ¡¿me daba un ataque de pánico?! No, para nada.
Respiré hondo y volví mi vista al espejo. Llevaba puesto un vestido rojo con un cinturón negro que me llegaba un poco más de lo muslos, también llevaba unas zapatillas negras y medias blancas, muy cutes. El cabello lo llevaba en ondas y suelto, con un gorro de navidad. Mi maquillaje era llamativo, con algunas piedritas y el labial rojo, me veía linda... me gustaba como me veía.
—Te ves hermosa, te pareces... una hada de la navidad.
—Gracias, mamá.
Mi teléfono empezó a sonar y lo agarré.
—Bonita, ¿será que me puedes dar la ubicación?
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Haría lo que fuera por ti
Ficção AdolescenteStella Cooper, una chica muy habladora y escandalosa, amante de la pintura y las estrellas. Blake Morgan, un chico silencioso y amante de la soledad. Él piensa el lado negativo del mundo, ella lo positivo. Ella busca conocerlo, él no quiere que nadi...