Stella Cooper, una chica muy habladora y escandalosa, amante de la pintura y las estrellas. Blake Morgan, un chico silencioso y amante de la soledad. Él piensa el lado negativo del mundo, ella lo positivo. Ella busca conocerlo, él no quiere que nadi...
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Tus hoyuelos son secretos compartidos entre tus mejillas, pequeñas joyas que hacen más encantadora cada una de tus sonrisas.
Poemas a Constanza.
Blake:
Mirar la ventana y ver la nieve caer creando una hermoso vista de contraste blancos y azules por el cielo. Los niños abrigados de arriba a abajo jugando y haciendo muñecos de nieve, que gritan y ríen alegremente. Sus padres que los ayudan y los cuidan con una sonrisa plasmada. ¿Por qué yo no pude hacer todo eso?
Algo tan simple como un día jugando de la nieve... ¿por qué?
Nunca tuve amigos para eso. Solo a Edwards... a veces extraño esa amistad que teníamos.
Supongo que no todo es para toda la vida, ¿no?
¿Entonces por qué tengo miedo de que lo de Stella y yo tenga una fecha de vencimiento? ¿Qué cada que pasa es un día menos?
Ese pensamiento lo he tenido desde que me dijo que le habían dado la oportunidad de ir a una de las mejores escuelas de arte. Joder, estoy feliz y orgulloso de ella, es algo que se merece. Solo que una parte de mi no quiere que se vaya, esa parte egoísta que solo lo quiere para mi, que diga que lo rechazará y ambos vayamos a estudiar en la misma universidad o aquí mismo en la ciudad, no tan lejos, no a tantos kilómetros de distancia... a tantas horas de aquí. Pero, hay que aceptarlo, algo así no sucedería y yo tampoco lo permitiría. Ella merece esa oportunidad, y si eso conlleva a no verla y tenerla cerca lo aceptaré, todo por que ella sea feliz y pueda estar más cerca de su sueño.
Me separé de la ventana, con dolor de cabeza de tanto pensar y caminé hacia la cocina a ver que podía haber de comida.
Hoy era 24 de diciembre, a un día de navidad y a horas de la cena navideña con mi familia. Me tenía un poco de los nervios tener que ver a Eva. Yo... aún no sabía si podría verla y no tener que pensar en mi hermana y el tiempo que tuvimos separados.
Suspiré, supongo que en algún momento tendré que aceptarlo.
Después de la cena tengo pensado ir a la casa de Stella a darle un regalo. Bueno, no es un regalo como tal, un pequeño detalle.
No conseguí gran cosa para comer, verduras, pan, salsa...
Todo fuera más fácil si ella estuviera aquí. Si que lo fuera.
Hoy no he estado bien. Amanecí mal, con cierto malestar en el pecho, llamado dolor en el corazón. Esta fecha a pesar que es la magia de la navidad, donde toda la familias están reunidas y compartiendo sonrisas; yo estoy luchando por no llorar, por no recordar lo solo que me siento y sin poder gritar a los cuatro vientos todo.