Stella Cooper, una chica muy habladora y escandalosa, amante de la pintura y las estrellas. Blake Morgan, un chico silencioso y amante de la soledad. Él piensa el lado negativo del mundo, ella lo positivo. Ella busca conocerlo, él no quiere que nadi...
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Yo le llamo arte a todo aquello que de alguna manera nos devuelve la vida.
Elena Poe.
—¡Stella! Pensé que llegarías tarde.
—Lo sé, lo sé—me acomodé la mochila—. Es que mis padres se tardaban mucho.
Sophie me acomodó el cabello y me guió a donde pondría mi pintura.
Ya hoy era el proyecto. Sería una exhibición. Y vendría personas importantes, muy importantes.
Me enteré que también ofrecerán becas a escuelas de artes importantes, la verdad eso no es algo que me interese mucho, aunque la oportunidad de estar en una sería del ensueño.
Acomodé mi pintura en el caballete y lo tapé. Estaba emocionada por mostrarlo, era algo diferente a lo que normalmente hago, así que esperaba que salir de mi zona de confort funcionara.
—Dame la mochila—se la di a mi papá y se la colgó en el hombro—. Aún no puedo creer que no me hallas enseñado tu pintura. Pensé que tendría el honor de verlo de primero.
—Papá, falta poco para que la veas. Es sorpresa.
—No me gustan las sorpresas—refunfuñó.
—Tendrás que esperar—dijo mi mamá sosteniéndose de mi papá para acomodarse los tacones.
—¿Te ayudo?
—Por favor.
Mi papá se arrodilló a acomodar el tacón.
—Stella, vamos a la mesa de aperitivos—me jaló Sophie del brazo.
—Que nervios, vendrá gente muy importante a ver nuestras pinturas—Tommy habia aparecido y me había tomado mi otro brazo.
—Mi pintura será la mejor, ya verán.
—Creo que en eso estás equivocada cariño, mi pintura es mil veces mejor que la tuya.
—Por favor, eso es mentira.
—Bueno, ya verás.
Los dos siguieron discutiendo y llegamos a la mesa. Había muchos dulces así que agarré lo primero que me pareciera apetecible.
—Está bebida es buenísima—comentó Tommy.
—Ya este se quiere emborrachar, y ni siquiera el evento ha empezado.
