La amenaza bajo el mar (Borrador)

Capítulo cinco

William

Después de un largo rato recorriendo todas las partes de la isla, al entrar a un pequeño pueblo nos llega una fuerte música que proviene de la playa y mucho humo que se desprende de una gran hoguera hasta el cielo. Nos acercamos y hay varias mujeres con el traje tradicional de las islas que bailan el hula. Hay también hombres ataviados con trajes típicos que hacen malabares con el fuego.
Siento un olor muy fuerte a pescado y no es solo el pescado que tienen en la lumbre, es un olor muy pesado y al mirar con atención a todas las personas que nos rodean veo a un hombre y una mujer besándose, que a ambos les rodea un aura azul brillante.

-Mira esa pareja de allá -los señalo con un dedo-. Esos dos son de mi especie, me da la sensación de que son unos de los que están custodiando la cueva. También siento que son del ejercito de mi padre. Lo que no sé es si sería una buena idea decirles que soy su príncipe y explicarles para que necesitamos la gema.

-Creo que es mejor infiltrarnos sin que nos vean. -Opina pensativa-. Si están aquí de fiesta quiere decir que la cueva debe de estar cerca, yo aprendí hace poco un conjuro bastante potente de invisibilidad.

-Perfecto, buscaremos la cueva y cuando la tengamos a la vista te lanzarás a ti misma el conjuro ya que tú eres la única que lo necesita. ¿La magia también surtirá efecto en la gema?

-Sí, también sirve para encantar objetos.

Recorremos toda la zona hasta que finalmente diviso la cueva de la cual sale un olor muy fuerte a pez, y noto que un aura de magia marina cubre la cueva.

-Ten mucho cuidado, no solo hay sirenas y tritones como yo. También hay brujas marinas. Por suerte no soy el mejor guerrero pero sí sé manejarme. Necesito que me invoques si puedes dos espadas, para así cubrirte desde cerca, en el caso de que pasen veinte minutos y no regreses con la gema me abriré paso entre ellos y te rescataré. -Le explico con calma a pesar de los nervios.

-Perfecto -asiente haciendo una pausa para tomar aire, a continuación cierra los ojos y con voz solemne recita lo que debe de ser el conjuro-. Invokit duis spadis.

En sus dos manos aparecen sostenidas en ellas dos espadas. Me las tiende con una sonrisa nerviosa.

-Sum invisivilimus -al decir las palabras desaparece su cuerpo ante mis ojos.

Me acerco a la cueva desde otro camino y me quedo en la parte trasera donde no hay guardias. Pasan los veinte minutos y como presentía ella no aparece, así que con las espadas pongo en jaque mate a dos guardias que custodian la entrada.

-Alteza, baje las espadas, no le haremos daño. Solo a la bruja que ha osado robar la gema, Tessa ya la tiene atrapada, hemos mandando un aviso al rey para que venga a torturarla y sacarle información, esas putas terrestres están empeñadas en destruir nuestra especie pero lo pagarán muy caro. -Las palabras del joven guardia me producen tanta rabia que le corto los brazos dejandolo desarmado, su espada cae al suelo en un golpe sordo, el río de sangre que desciende desde sus muñones hasta el suelo crea un charco rojo pero lo peor son sus gritos agónicos.

El otro intenta sin hacerme daño desarmarme pero yo soy más rápido y termina de la misma forma que el otro. Los dejo agonizando y me adentro en las profundidades de la cueva. Tessa tiene a Morgan rodeada completamente por unas cadenas mágicas. Me mira con una expresión de asco.

-No me extraña que esta rata sea tu amiga, no se puede esperar menos de un traidor como tú. -Suelta Tessa mirándome con desprecio-. Tu madre era mi mejor amiga.

-Fue un accidente, yo la quería. -digo con tristeza

-Mentira, te diste cuenta seguro de que algo tramaba pero por amor no quisiste verlo. Te dejaste cegar sabiendo las posibles consecuencias de tus actos.

-Suelta a Morgan, ella solo ha hecho lo que hay que hacer para parar a Deirdre. Necesitamos esa gema para detener a esa perra y su ejército. Solo un terrestre puede hacer el trabajo, ella solo quiere ayudarnos.

-Veo que no aprendiste con lo de tu novia Deirdre. Es preferible combatir como llevamos haciéndolo a que esta bruja nos traicione y nos mate a todos con un arma tan letal.

-Morgan jamás haría algo así, la conozco y es buena persona -digo tajantemente.

-Eres tan iluso, su abuela es la persona que más odia a tu padre. Es capaz de manipularla a ella para llevar a cabo su venganza. -Me espeta con tono hastiado- deja de vivir en los mundos de yupi y mira la realidad tal y como es William.

Me lanzo hacia ella con las espadas en posición de ataque pero me lanza un fuerte conjuro que me electrocuta;dejándome chamuscado en el suelo. No es mortal pero si me deja fuera de combate. Espero que mi padre sea misericordioso y la deje huir.