Capítulo uno

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William

Me despierto sintiendo que he dormido mucho tiempo. Morgan está con sus apuntes y al percibir que me reclino, me mira con una sonrisa.

-Ya era hora de que te despertaras dormilón. Te van a dar ya el alta. -Habla con emoción.

-Que bueno, estoy ya harto de esta cama y tengo muchas ganas de hacer pis. -Mi comentario la hace reír.

-Deja que te ayude a quitarte los cables.

Me los quita con calma y delicadeza, el contacto de su mano me reconforta a pesar de que está fría.

-Después de que salgamos de este sitio me gustaría llevarte a una cafetería. El café me encanta y quiero que lo pruebes. -dice emocionada.

Me gusta su cara cuando está feliz, sus gordos mofletes se inflan y sus ojos castaños se achinan un poco. Le da un aspecto muy adorable.

-Por mí bien. -Digo sonriente.

Cuando llegamos a la cafetería, esta está abarrotada de gente. Nunca me ha gustado mucho estar rodeado de gente, pero a su lado es soportable. Ella toma asiento en una mesa del fondo con dos sillas, yo me siento en otra quedando enfrentados.

-Toma, la carta -dice pasándome un papel con letras impresas y plastificado.

Hay un montón de opciones que no sé qué son.

-Pide por mí, no sé qué es mejor aquí o no, ya sabes lo malos que son mis conocimientos acerca de la comida terrestre.

-Ya, lo imaginé. Te pediré lo mismo que yo me pido siempre. -Repone con una sonrisa empática.

-¿Te han dicho alguna vez lo guapa que eres? -Pregunto con mi mejor sonrisa de ligoteo.

Mi pregunta tiene el efecto que esperaba, sus mejillas se tiñen de rojo lo cual me derrite.

-Bueno, hubo una época donde sí cuidaba mi aspecto y tuve muchos admiradores. Pero con el paso del tiempo fui engordando y ya los chicos no me miran de esa forma. -Me explica y siento que hay algo muy oscuro de trasfondo que no me está contando.

-Pues yo te encuentro guapísima.

Ella va a decir algo pero la camarera la interrumpe:

-Hola Morgan, ¿Lo mismo de siempre para tí no? -en cuanto ella asiente me mira a mí- ¿Y tú?

-Lo mismo que ella.

-Perfecto, marchando -dice alegre yéndose hacia la barra.

-Bueno, ¿Cuál carrera estás estudiando?

-Medicina, me gusta ayudar y me hizo bien para alejarme de mi autodestrucción. Toda mi familia ha sufrido mucho por mi culpa. -Reconoce con culpa en su voz.

-Morgan, yo he vivido lo mismo que tú con mi padre y hermanos. Te entiendo, yo también desearía borrar al Will que fui.

-Pero el pasado siempre te persigue por mucho que quieras dejarlo atrás, ¿Verdad?

Joder, que bien me comprende esta chica.

-Sí, por eso debemos de ser mejores en el presente, para que pueda de alguna forma enmendar nuestras cagadas del pasado. -Le digo con seriedad.

-Valdrías para psicólogo tío -bromea quitándole cierta tensión a la conversación.

-Soy muy tímido, me cuesta hablar mucho y más con gente que no conozco. Tú eres la excepción. -Reconozco con vergüenza al contarle uno de mis mayores defectos.

-Por eso serías un buen psicólogo, se te da bien escuchar y cuando hablas vas directo al grano. -Sus palabras me animan.

-Me pensaré tu sugerencia de estudiar psicología cuando vuelva a Nereis.

La amenaza bajo el mar (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora