La amenaza bajo el mar (Borrador)

Prólogo

Morgan

Pronto tengo que ir a la habitación de Sally para repasar para los exámenes, y aquí estoy intentando reanimar a un joven desnudo desmayado en la orilla de la playa. Debe de ser un desmayo fuerte ya que ninguna de las técnicas que sé de primeros auxilios funciona, pero para descartar que esté muerto comprobé su pulso y sigue teniéndolo.
Decido llamar a una ambulancia para que lo lleven a un hospital. En cuanto llega lo cargan dentro hacia una camilla y yo decido acompañarlo. Siempre me ha gustado ayudar, y siento que este chico se siente muy perdido. Mi intuición me dice que él es sobrenatural como yo.
Con las luces enfocándolo me doy cuenta de su belleza: un pelo rojizo como la sangre, una piel con un bronceado que parece de oro, le cubren las mejillas y parte de la nariz unas pecas y sus proporciones faciales son perfectas.
Una vez llegamos al hospital, miento diciendo que soy su novia para que me dejen acompañarlo.
En la habitación, una médica lo atiende y una vez termina; su diagnóstico es que tiene una deficiencia de proteínas muy elevada y que debe de comer carne, o que si es vegano debe de tomar suplementos.
Llamo a Sally.

-¿Qué ha pasado Morgan? Me tienes preocupada, tú siempre eres muy puntual.

-En mi paseo por la playa encontré a un chico inconsciente, lo he llevado al hospital. Estoy con él. -Le explico deseando que no se enrolle demasiado, estoy agotada.

-Que fuerte, bueno, ojalá se recupere y vuelvas pronto. Te dejo guapa, tengo que estudiar.

-Chao -me despido y cuelgo.

El joven de repente se despierta y mira a los alrededores nervioso.

-¿Dónde estoy? -pregunta a la nada y al darse cuenta de mi presencia, me pregunta a mí-: ¿Quién eres tú?

-Estás en un hospital, te encontré desmayado en la playa y te traje aquí. Y mi nombre es Morgan -le respondo a sus dos preguntas con una sonrisa.

-Encantado Morgan, yo soy William pero puedes decirme Will. -Se presenta pero es algo menos expresivo que yo. -Una pregunta, ¿tú conoces a una familia de la zona que son de apellido Spencer, y que su casa es una mansión victoriana que está al lado de un cementerio?

Su pregunta me coge por sorpresa.

-Sí, yo soy Morgan Spencer. -Mi respuesta lo sorprende y yo escucho a mi sexto sentido-. Eres un sobrenatural, en concreto un tritón.

-Sí, soy el príncipe del mar. El reinado de mi padre está en amenaza por una malvada bruja del mar, Deirdre. -Hace una pausa para tomar aire y añade-: Gina, una vidente y bruja de nuestro palacio me ha dicho que es en tu casa donde obtendré las respuestas.

-Mi abuela Helga debe de saber las respuestas, ella es la bruja más sabia de nuestro clan ya que tiene mil quinientos años.

-Sí que es mayor -opina fascinado- ¿Tú cuántos años tienes? -pregunta con bastante curiosidad.

-Tan solo tengo ochenta años, mi madre es la última hija que tuvo mi abuela y esta tiene ciento veinte y un años. ¿Y tú cuántos tienes Will?

-Cinco mil años, y mi padre siete mil. -Su respuesta me deja fascinada.

-Pues sí que conserváis muy bien la juventud las sirenas. -Mi afirmación lo hace reír divertido.

-Vivir en el mar es el mejor skinroutine que existe. -Bromea y yo me río.

-Ya lo veo. Bueno, ya que estoy mejor podemos ir a visitar a tu abuela. -Dice levantándose, pero cuando sus pies tocan el suelo le da un fuerte dolor que lo hace dar quejidos.

Lo levanto en brazos y lo tumbo en la cama.

-De eso nada, estás muy débil, el médico ha dicho que necesitas proteínas así que te traeré carne para que vayas cogiendo fuerzas. -Le explico con calma e intentando apaciguar su impaciencia.