Cuando llegamos lo primero que Marcus vio fue una heladería, tuve que comprarle uno, a pesar de tener 15 años sigue comportándose como uno de 10, pero bueno nada que hacerle, seguimos recorriendo el centro, Marcus no dejaba de pedir que le comprara cosas, se comportaba como si nunca hibiera visto esas cosas, lo bueno es que mamá llegaría pronto.
—Cómpramelo porfa.
—Que no, ya tienes muchos de esos.
—Pero ese no lo tengo, por favor hermanita hermosa, cómpramelo.
—Acaso tu no tienes dinero?.
—No... Me gaste la mesada antes de llegar a la ciudad...
Puse los ojos en blanco, este niño de verdad es estresante.
—Intenta convencerme, que tiene este que los demás no tengan.
—Este tiene luces además hace un sonido si aprietas este botón.
—Solo eso?.
—Si...
—Entonces no, tienes uno con esas mismas cualidades en la casa, vámonos ya, mamá nos está esperando en el auto.
—Noo!, yo lo quería.
Marcus se quedó un rato parado frente al escaparate de la tienda y tuve que llevármelo a las rastras, siguió fingiendo su llanto mientras caminabamos hacia el estacionamiento, luego de unos minutos por fin encontramos el auto.
—Hola mis amores, Marcus que sucede?.
Mi mamá se dió cuenta de que Marcus estaba "triste".
—Esta triste porque no quise comprarle uno de sus juguetes.
—No era solo un juguete, era el juguete.
—Si, si, lo que tú digas.
Me di cuenta de que mi mamá se veía mucho más bonita de lo normal, ella es linda por naturaleza, fue bendecida con su cabello castaño oscuro y sus ojos verdes, de ahí los saco Marcus, como me gustaría tenerlos de ese color... Bueno eso no va al tema, me di cuenta de que se cortó su cabello.
—Fuiste a la peluquería?.
—Si!, por fin alguien sé da cuenta.
Dice mi mamá haciendo referencia a que Marcus no le dijo nada.
—Me corte un poco el pelo, dicen que guarda memorias.... Es mejor borrar esas memorias para seguir adelante...
—Te comprendo, siento que yo también necesito uno.
Entendí que mi mamá dijo eso por su reciente divorcio con mi padre... No sé en qué momento cambio tanto su relación... Éramos relativamente feliz hasta ese día, mi padre llegó con los papeles del divorcio y se los entrego a mi madre frente a nosotros, por supuesto quedamos shockeados, la única que parecía estar neutral ante esta situación era mi madre... Aún no nos dice la razón de su divorcio... Solo nos queda aceptar la realidad tal y como es supongo.
Me di cuenta de que mi madre me habría estado hablando durante un tiempo mientras yo estaba perdida en mis pensamientos.
—Que sucede?.
Pregunté algo desconcertada ya que no había oido casi nada más que hoy en la junta de vecinos nos prepararon una fiesta de bienvenida, era bueno saber que la gente nos aceptaba en su comunidad, pero no conocía a nadie, exepto a Callie y Miriam, pero ellas no vivían cerca de aquí.
—Tenemos que ir a una casa que está a la vuelta de la nuestra, tiene el premio por tener el jardín más bonito.
Mi madre parecía algo emocionada por esta reunión, daría lo mejor de mi misma para que esto saliera bien por mi parte, Marcus estaba con sus audífonos así que no estaba escuchando nada, le di un pequeño codazo para que reaccionara y abandonara su pequeño mundo.
—No escuchaste nada verdad?.
—Nop, nada de nada.
—Mamá dijo que está tarde haremos a una fiesta de bienvenida que organizaron en la junta de vecinos por nuestra llegada.
—Esta bien.
—Bañate por favor, debes estar presentable.
Dije burlándome de el, se puso rojo de la vergüenza.
—Oye!, yo me baño todos los días.
Mamá soltó una carcajada.
—Buena esa.
Dijo mi mamá y chocamos los cinco.
—Oigan!.
Marcus ya se estaba enojando un poco por nuestras bromas, llegamos a casa luego de un rato, baje del auto y entre a la casa para comenzar a alistarme, me asegure antes de enviar a Marcus a darse un baño y luego subí las escaleras para llegar al baño de arriba, casi se me congela mi cerebro cuando abrí la llave del agua.
—Su puta!, si que está fría!.
Cambie rápidamente la temperatura del agua antes de congelar lo que queda de mi cuerpo, al salir de la ducha seque mi cuerpo con la toalla y luego mi cabello, aplicando me protector termico antes de secarlo con el secador de pelo, cepille mis dientes, hice mi maquillaje, me vesti, me peine, en fin hice todo lo imaginable para poder estar presentable.
—Ya estoy!.
Dije antes de bajar las escaleras para encontrar me con el resto de mi familia.
—Wow, diablos señorita!.
Dije bromeando, mi madre se veía espectacular, no puedo creer que tenga ese cuerpo luego de tener dos hijos, tenía puesto un vestido color morado que resaltaba el color de sus ojos y unos tacones del mismo color, en cambio estaba Marcus, con su sudadera y pantalones gigantes, según el esta a la moda, yo digo que parece vagabundo, yo vestía una falda negra con medias del mismo color, unos zapatos al estilo Mary Jane rojos vino que combinaban con el top que llevaba puesto y una chaqueta de cuero larga algo simple pero le daba el toque especial.
—Somos una familia de guapos.
Dijo Marcus mientras se miraba en el espejo que estaba en el living.
—Lo que tú digas hermanito.
Dije mientras daba pequeños golpes sobre su hombro, salimos de la casa en el auto hacia la dirección que le dieron a mi madre, cuando llegamos quedé impresionada, era la casa que había visto en la mañana, la casa que estaba llena de flores de todo tipo.
—Wow....
—Hermosa, no es así?.
Me di la vuelta para ver qué un chico alto y pelinegro me estaba hablando.
—Soy Aidden, un gusto.
—Igualmente, soy Ellie, vives aquí?
—Si, yo ayude a mi abuela a plantar la mayoría de estás flores.
—Supongo que eres un buen nieto.
—Aidden!.
Marcus paso al lado mío corriendo para chocar los puños con Aidden.—Ustedes se conocen?.
—Si, lo conocí ayer cuando salí un rato, mientras tú dormías, también conocí a mas gente pero no los veo por aquí, eso creo.
Marcus trato de ver si es que había más gente que conoció ese día mientras ladeaba su cabeza hacia la entrada del patio.
—Aidden, ya conociste a los nuevos vecinos hijo?.
Llegó una señora ya mayor de edad caminando con un bastón, supongo que era la abuela de Aidden.
—Quien es esta jovencita tan encantadora?.
Mi madre llegó al rescate justo a tiempo.
—Ellos son mis hijos, Ellie la mayor y Mi Marcus, es el bebé.
Dijo mi mamá mientras le apretaba las mejillas a Marcus.
—Mamá!, me avergüenzas!.
Pude notar que Aidden se rió un poco pero lo tapaba con su mano.
—Pasen por favor, los demás vecinos los están esperando en el patio trasero.
Seguimos a la señora hasta el patio de la casa, era mucho más hermoso que la entrada, estaba decorado con pequeñas luces que se enredaban en un arbol de Glicina que se posaba sobre una larga mesa donde supongo que se realizará la cena.
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El Chico de las flores
Novela JuvenilUn misterioso muchacho ha estado enviándole flores a nuestra querida protagonista, ¿Quien será?, nadie lo sabe.