Si tan solo pudiera recordar como llegué a esta situación todo sería más fácil, fue una mala idea todo lo de ayer, beber, fumar.... Oregano.... No era orégano si saben a lo que me refiero, pero bueno, eso no va al punto, el punto aquí es que me gustaría saber cómo llegué a esta situación y para colmo no se quien mierda está durmiendo detrás de mi, se nota que es un hombre, está mano no podría ser de mujer, pero, porque le doy tantas vueltas al asunto, solo debo darle la vuelta para ver quién es.
Si, eso haré, definitivamente, pero, ¿ahora o luego?, la verdad es que estoy tan cómoda.... Cómo si estuviera durmiendo con un oso de peluche.
Pero ya fue, me dí la vuelta y lo primero que ví al asomar mi cabeza fue una cabellera rubia, luego de eso un rostro muy familiar, durmiendo abrazo mío cómodamente, supongo que a este punto ya deberias saber quien es, ¿No?.
—Unos minutos más...—. Me abrazó mas cerca y apoyo su menton sobre mi cabeza antes de soltar un suspiró.
—Noah, tienes que levantarte, todos tenemos que hacerlo.
—Eres la única que se preocupa por eso.... Shhhh—. Me abrazó mas cerca y pude sentir su calor.— Todos están durmiendo o medio muertos, mantenerme sobrio trae ciertas ventajas.... Sabes?.
Susurro sobre mi oído provocando que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo, Maldición!, no sabía que el podía ser tan coqueto, no es el dulce Noah de siempre.... En absoluto no lo es.
—No todos duermen, yo estoy más que despierto.
Noah se separó de mi, yo levante la vista para ver a Aidden apoyado en el marco de la puerta con un vaso de jugo en sus manos, el miraba a Noah con decepción y a mi.... Absolutamente me miraba con disgusto y podría decir que con cierto toque de enojo, ya me daba igual lo que pensará, después de todo es la persona mas bipolar que he conocido en mi vida.
—Voy a por Miriam, a este punto va a terminar insolada.
El dejo el vaso a un lado y salió en dirección al patio, apoye mi cabeza sobre mi brazo mientras me quejaba de la vergüenza.
—Tranquila, es mi mejor amigo, no le dirá nada de esto a nadie— Me dio un suave beso en la mejilla y se levantó del sofá.
—Tampoco es que haya visto algo comprometedor, solo a nosostros nos acostados sobre un sofá muy pero muuuuuuy pegados.
Noah estaba sin camiseta!, como no me dí cuenta de eso antes!.
—Voy a por mi hermana, tu ve por Callie, voy a tratar de echar a los otros que quedaron después de la fiesta.
Me levanté y me dirigí a la cocina por algo de agua, la jaqueca me estaba matando, no fue una buena idea, para nada, es increíble como no llego la policía anoche, aunque no teníamos el volumen de la música muy alto aún estaba presente el bullicio de todos.
Fui a por Callie, estaba abrazada a una maceta en el porshe trasero de la casa, pobrecita, de saber que iba a terminar en este estado la hubiera cuidado mucho más.
—Vamos Callie, es hora de despertar—. Tire sus brazos para lograr que se medio sentará.
—Mmmh.... Siento que me estoy muriendo.
—Si Bueno, quien no?.
Ella me regaló un sonrisa y la ayude a ponerse pie, claramente ella necesitaba mucho más que un vaso de agua para estar bien.
Luego de unos minutos todos nos encontrabamos en la sala de estar, menos los otros chicos del instituto, si es que acaso eran de el.
—Bueno, tenemos dos horas, será suficiente?.
—No, porfavor para, mi cabeza está por estallar.
—No te quejes tanto Lilith, tu fuiste la que dió la idea de hacer una pequeña fiesta.
—Callie, a veces me caes mal.
Callie le tiró el dejo del medio con un lindo y resonante "jodete".
—Que comienze la diversión!—. Dijo Aidden sarcásticamente mientras se estiraba.
Comenzamos a limpiar la casa lo más rápido que pudimos, me tocó limpiar un poco de vómito del suelo, casi agregó más vomito del que ya había.
Traté con todas mis fuerzas de no vomitar, justo por mi madre que casi vomito, de solo recordarlo me dan ganas de vomitar.
—Hola, hola! Ya llegamos
Aidden dió vuelta la cabeza para mirar a Ellie, está había dejado caer un bote de cloro en gel, si bien ya llevavan casi el 75% de la casa limpia, queda otro 25% el cual estaba hecho completamente mierda.
—Mierda... —Mi mamá ya llegó, ahora que voy a hacer.
Todos nos detuvimos en seco al escuchar el grito de mi mamá, detrás de ella se encontraba Marcus el cuál claramente estaba fingiendo rascar su nariz para tapar su sonrisa.
—Qué ha sucedido aquí?!, la casa está hecha mierda Ellie, chicos, fuera—. Los chicos se quedaron quietos algo atónitos por unos segundos.— Ahora!.
Todos salieron corriendo apenas mi madre les ordenó, no, les grito que se fueran, está es mi muerte, lo presiento.
Mi madre recogió un brasier del suelo, ni idea de quien era y lo tiró en mi dirección.
—Te dejó sola un día! Un puto día Elizabeth! Y ya hiciste una fiesta, sin permiso, con alcohol y quien sabe que tipo de drogas, tienes solo dicisiete años! Por el amor de Dios!.
—Yo mejor me voy— antes de que Marcus pudiera escapar, mi madre lo agarro por la capucha y lo tiró para atrás.
—Tu te quedas aquí Marcus!, que te sirva de ejemplo para el futuro, y tu! — Vivienne se acerco agresivamente a Ellie, la cual estaba muerta del miedo ya que su querida madre no la regañaba hace tiempo, pero se lo merecía, ósea hellooo, solo tiene diecisiete en que mierda piensa, seguramente tiene el cerebro lleno de caca , querido lector, espero que esto te sirva de ejemplo para no cometer tantas estupideces en tu vida.
Antes de que Ellie se diera cuenta su madre ya la tenía agarrada de las greñas llevándola al baño, largando el agua fría en la ducha, en un segundo la empujó dentro.
—No! ¡Mamá!
—Silencio! Está vez te lo mereces en serio, te deje a cargo de la casa para cuidarla, no hacer una puta fiestecita con la bola de tus amigos!.
Ellie por mucho que suplico su madre la siguio mojando con agua fria, un castigo cruel, para una adolescente que estaba media sobria o con resaca, según Vivienne, era efectivo, pocas veces en su vida tuvo que ocupar ese método con sus hijos.
—Te irás todas las vacaciones de verano con tu padre como castigo!.
—No! No quiero ir con él mamá, porfavor! Te lo suplico!— Ellie lloraba aferrada a las piernas de su madre—. No quiero ir con él....
Vivienne despegó a Ellie de sus piernas y la dejo ahí tirada en la ducha del baño, si bien Ellie había echo algo lo cual merecía un grave castigo, mandarla con su padre era una tortura para ella, no habla con el desde que llegaron a la ciudad, además no sabía si la nueva pareja de su padre vivía con el o no, pobre niña y todo por querer un poco de diversión .
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El Chico de las flores
Novela JuvenilUn misterioso muchacho ha estado enviándole flores a nuestra querida protagonista, ¿Quien será?, nadie lo sabe.