Cap 22

52 6 23
                                    

Lo que se encuentra a simple vista

Apenas habíamos salido de aquella cabaña, una sensación de vacío había quedado en mi. No sé cómo explicarlo, pero todo era demasiado duro. Difícil. Un chico en el espejo, un ser oscuro que me perseguía y un tormento que al parecer no llegaba a su fin. Las personas a mi alrededor sufriendo. Me desvelaba en secretos que iban apareciendo con el tiempo.

¿Cuánto más podría llegar a aguantar?

—¿Quieres hablar de lo que paso ahí adentro?—pregunte cuando escuche la puerta cerrarse y los pasos de la castaña que se acomodaban junto a mi

—No... —contesto por lo bajo mientras observaba hacia el frente—Mamá esta en camino, ¿te dejamos en tu casa?

Negué tras ello.

No quería volver a mi casa y muchos menos sabiendo que no me ayudaría para nada estar en un ambiente que solo me recordaba que todo estaba jodido. Por un momento, necesitaba un respiro. Quería sentirme normal, aunque todo estuviese de cabeza.

—¿Por qué?—pregunte esperando una respuesta sincera de su parte

Aunque cuando lo pensaba bien, era imposible que pueda contestar en una efímera oración todo lo que pasaba por su cabeza.

—Momentos —se negaba a voltear su mirada y colocó sus manos dentro de los bolsillos de su chaleco.

Momentos, ja

Me hubiera gustado saber que momentos fatídicos la pudieron haber llevado a cometer tal acto. No lo entendía y no pueden culparme. Si su vida aparentaba estar en orden, ¿Cómo podia llegar a comprenderla?.

Si tiene una madre que la ama, cuida y vela por ella. Un padre presente que la ayuda a conseguir sus metas y que siempre está.

Una familia unida. De esas que todos los domingos se juntan hacer asado, que para los partidos tienes a los tíos, primos y abuelos expectantes a ver si gana su club favorito. De esas familias que reparten que van a llevar cada uno para las festividades y se turnan en que casa se van a reunir. Eran de aquellos que cuando un integrante tenía un logro lo festejaban todos y cuando alguno andaba mal se apoyaban.

¿Cómo podía entenderla? Cuando al parecer no veía todo lo que tenía.

Sus padres la adoraban y tenía un novio que haría cualquier cosa por ella. Tomas la cuidaba, la contenía y estaba allí presente dispuesto a sostenerla cuando el mundo se le desmoronaba. No podía comprender como con tanto amor y apoyo aún así estaba dispuesta a quitarse la vida.

¿Por qué?

Y aún así era algo que solo ella sabia.

Así que nos encontrábamos paradas intentando descifrarnos mutuamente y  las cosas que nos acechaban a ambas en nuestras vidas.

Luchando por entender lo que parecía inconcebible. Tratar de entender la vida de la otra parecía lo complicado.

Y si, estaba tan cansada. Agotada de secretos, agotada de sombras, de luces de todo eso que estaba más allá de mi alcance. Agotada del acumulamiento de situaciones que conformaban mi vida.

Cerré los ojos por un momento soltando un suspiro, agradecía que Celeste había optado por mantener el silencio porque no me apetecía hablar. No me iban a ser suficientes sus palabras y más si se trataba de excusas del porque había tomado esa desición.

Por qué, después de todo, no había excusas para alguien que tomaba una desicion tan egoísta. No pensaba en un minuto en como afectaría al resto su partida y como iba a dejar una huella que marcaría de por vida a cada una de las personas que la querían.

Cuando los espejos Resplandecen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora