Sos un ángel caido del Cielo

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En realidad la petición de Lina no era muy extravagante. Quería que Guido le cante una canción. Nunca había podido ver a su banda en vivo, y quedó enamorada al escucharlo en el estudio, así que quería más.

- Dale, cuál te gustaría escuchar? Preguntó el.

- Sinceramente, me da igual.- no, no le daba igual- cantame la que vos quieras.

Entonces el rubio se levantó, puso una pista, se subió a una mini tarima que había en su casa y empezó a cantarle Sube sube.

Entonces el rubio se levantó, puso una pista, se subió a una mini tarima que había en su casa y empezó a cantarle Sube sube

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Porque vos sos un angel caído del cielo
Porque sos mi milagro de carne y huesos

Cada palabra que salía de la boca de Guido hacia que Lina se enamore más y más. Cómo era posible que de toda la discografía, el elija para cantarle una de sus canciones favoritas.

No podía creer lo que estaba viviendo.

Al terminar la canción Guido la abrazó y sin pensarlo, la tomó de sus piernas para que rodearan su cadera, la apoyó contra la pared, y la besó.

Fue inesperado y mágico. Definitivamente Catalina no estaba preparada para recibir ese beso, pero lo aceptó, qué más podía hacer? Si ya estaba completamente rendida a los pies de Guido.

 Definitivamente Catalina no estaba preparada para recibir ese beso, pero lo aceptó, qué más podía hacer? Si ya estaba completamente rendida a los pies de Guido

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Mientras el beso sucedía, Guido sólo podía pensar en una cosa: necesitaba que Lina fuera suya. Entonces así como la tenía, se la llevó para la habitación. La dejó sobre la cama y se recostó encima de ella mientras seguía besándola.
Lina no podía respirar de la emoción, o del calor, o de ambas.
Guido comenzó a besarle el cuello, mientras tenía una mano en su cintura y la otra en su mejilla. Los besos comenzaron a bajar, y cuando Lina se dio cuenta, Guido estaba quitándole el sweater y la remera que tenía puesta.

Entre besos y caricias terminaron los dos con nada más que la ropa interior.
Guido ya estaba un poco sudado, lo que provocaba que Lina se prendiera más. Finalmente él tomó ambas muñecas de ella con una sola mano, y le dio la mejor noche que una mujer podría desear.

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