Dos artistas se enamoran pero el orgullo se interpone, más de una vez
https://open.spotify.com/playlist/6z2wl4ESBbZn1vKddblWMe?si=3yaA_7MSQkiqiSr19rZMKg&pi=8SIFs7hTRGKLZ
Ese mensaje lo mató. Hay pocas cosas que duelen tanto en la vida, pero esta... debe ser la peor.
Se sintió como un knock out, el aire se fue de sus pulmones, sus latidos eran tan rápidos que parecía que le iba a explotar el corazón. Guido cayó al piso, envuelto en lágrimas, completamente desecho. Quería gritar del dolor, pero no salían de su boca más que respiraciones agitadas, llenas de miedo, inseguridad, y las únicas palabras que pudo pronunciar fueron...
POR QUÉ
Por qué Lina se volvió tan indiferente desde el concierto en velez? Por qué su cuerpo esa noche se sintió más frío que nunca? Por qué parecía que sus labios no querían besarlo? Por qué en sus ojos veía amor, pero su cuerpo lo rechazaba? Por qué?
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Esa noche se quedó solo en su habitación del hotel. No quería pensar en nada, no quería saber nada del mundo. Si hubiera sido por él, esa misma noche se hubiera muerto. Definitivamente no sabía cómo vivir sin Lina, y tampoco quería averiguarlo. Sólo pensaba en ir a buscarla. Sabía muy dentro de él que no exisitía universo posible en el que ellos no estén juntos.
Agarró la guitarra, se sentó en la cama, y entre muchas lágrimas, pensamientos y alcohol comenzó a componer una de las canciones más dolorosas de su vida. Por momentos se quebraba tanto, que ni siquiera le salía la voz.
Eran las 3 de la mañana, y Pato estaba llegando de una fiesta, cuando pasó por el cuarto de su hermano y lo escuchó tocando, entró a ver de qué se trataba. Pero al ver las botellas en el piso y los ojos de Guido rojos e hinchados, supo que algo andaba mal. Sólo lo había visto así una vez en su vida, asíque supo que tenía que ver con Lina.
- Me dejó.- dijo Guido agachando la cabeza con la voz entre cortada
- Otra vez?- dijo Pato sorprendido
Guido sólo lloró mientras su hermano lo abrazaba.
- Lo di todo, hasta en el último y más mínimo detalle estuve. No sé qué más hacer.
- Nada, si vos decis que ya lo diste todo... será que todo eso no alcanzó.- dijo Pato- no queda otra que seguir, hermano. La vida sigue, la de ella y la tuya. Con o sin ella. No termina nada acá...
Pato se pasó varios minutos aconsejando a su hermano intentando que se sienta mejor, pero Guido sólo miraba un punto fijo, sin escuchar nada de lo que le estaba diciendo. Sólo podía pensar en Lina, en ir a buscarla, en rogarle que no lo deje otra vez.
Al día siguiente, ya con la cabeza fría, Guido tomó la decisión de que esperaría a volver a Buenos Aires para buscar a Lina. Porque la conoce tan bien que sabe que ella necesitaría su espacio, y aunque él no quiera dárselo, prefiere tener la paciencia que sea necesaria. Lina podía amarlo mucho, pero nunca fue de tener grandes gestos afectivos, no solía dar besos ni mucho menos abrazos. Ella decía los "te amo" con la mirada y Guido los entendía. Y así estaban bien, así funcionaban.
