La Tercera es la Vencida...?

Sin vos mi alma se muere

- Es un placer y un orgullo contarles, que oficialmente voy a empezar mi primera gira.- dijo Lina muy emocionada

Todos aplaudieron y gritaron eufóricos. Era una noticia que le había costado mucho guardar, y sólo sabían Lali y Fede.

- Vamos a comenzar haciendo un estadio Velez en septiembre, y desde este momento ya pueden comprar sus tickets.

Bajó de la tarima y comenzó a recibir muchos abrazos y felicitaciones.

Guido se sintió un poco apartado, no podía creer que Lina se había guardado una noticia tan buena y no quiso compartir su felicidad con él, pero al ver que todos estaban realmente sorprendidos se relajó, claramente no era el único en sentir que era el último en enterarse. Al ver a Lina bajar, corrió hacia ella muy feliz y la besó levantándola con un abrazo muy cálido.

- Que linda noticia amor! Es hermoso todo lo que te está pasando.- dijo él con un brillo en los ojos.- Te lo re mereces. 

- Gracias lindo, estoy muy contenta. No sabes lo que me costó guardar el secreto.- le dijo ella mientras lo abrazaba.- Tenía muchas ganas de contarte, pero me tuve que contener.

- Si, te entiendo, mi hermano es igual de ansioso.- dijo Guido riéndose.

Ambos bailaron por lo que restó de la tarde.

Cuando el evento terminó cerca de las siete de la tarde, Guido tenía planeado llevar a Lina a una cena, en la tenía planeado (por fin) proponerle avanzar en la relación. Estaba cansado de no saber qué decir cuando le preguntaban sobre ella. Claramente una amiga no era, pero su novia tampoco. No la veía como algo de un rato, pero tampoco sabía si verla como algo para toda la vida, sobre todo después de la última (y única) vez que usó la palabra novios en frente de ella.

Cuando estaban llegando a la puerta, sintieron una voz detrás de ellos. Era Nicolas.

- Hey, ya te vas?- le preguntó a Lina, ignorando la presencia Guido.

- Si, me voy a cenar con mi chico.- dijo ella sonriendo mientras abrazaba al rubio.

Guido sonrió orgullosamente, abrazándola más fuerte

- Ah, es que va a haber una fiesta en la casa de Tini, y queríamos saber si quieren venir...- dijo Nico

- Ehh, bueno..- dudó Lina- Puede ser...

Guido la interrumpió

- No, gracias.- dijo serio.- tenemos planes ya.

- Ay gordo.- dijo Lina tratando de evitar un momento incómodo- no seas anti, vamos un ratito y después vamos a cenar, dale?- insistió ella haciéndole pucherito.

Guido aceptó, pero con la peor de las ondas. Este pibe no le cerraba ni de onda, se daba cuenta de que Lina le gustaba, así que prefirió ir a la fiesta y asegurarse de que Nicolas no haga nada.

Al llegar a la casa de Tini, ya estaban todas sus amigas, Lina se quedó con ellas bailando un rato largo. Por otro lado, Guido se quedó sentado con sus hermanos bebiendo en la barra mientras hablaban sobre el plan de Guido de esa noche.

- Che, que onda con el rubio?- preguntó Tini.

- Eh?- dijo Lina

- Están en algo, es obvio. Pero es un jueguito o va enserio?

Lina se quedó helada unos segundos. No le gustaba que le pregunten por Guido, o por lo que sentía por él. No porque le diera vergüenza o porque no lo quisiera, sino porque le costaba mucho aceptar sus sentimientos.

A través de la música era muy fácil decir las cosas, sentir, expresarse. Pero fuera de ella, Lina tenía un muro protector que no le permitía exteriorizar todo lo que sentía, aunque fuera mucho (realmente mucho).