PRÓLOGO

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¿Por qué acepté mudarme con mi padre? ¿Por qué lo conocí? Y lo más importante es, ¿por qué me permití enamorarme de él? Mi corazón no pudo evitarlo, ¿por qué me fije tanto en él? ¿Por qué...? ¿Era como decía mi nombre? ¿Su estúpida sonrisa? No lo se, me encantaba, estaba enamorada, no pude parar, yo no lo elegí, nadie lo elije, ¿o si? ¿Acaso era su cabello, sus labios o porque me fije tanto en él? Carajo, no lo sé y me lo repito a dario.

Todo el cielo y el infierno que me diste ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora