La navidad no es de una mis épocas favoritas, sin mencionar que en estas fechas mi padre estaba con otra mujer y eso causó muchos conflictos en mi familia, y esa otra mujer era Zara, aunque mi padre por lo que cuenta él es que a nosotros nunca nos negó pero eso no quita el hecho de que hizo nuestra infancia un infierno.
La verdad no me emocionaba nada estás fechas, pero ya me estoy dando cuenta que aquí aman la navidad. Veía muchos regalos abajo del árbol y me preguntaba, ¿qué se sentirá recibir regalos en navidad? Creo que sigue siendo un sueño para mí, y una realidad para Annie y aquella niña interna qué se emocionaba cada vez que veía un juguete cuando estaban al lado de su zapato.
—Hoy es su primera Nochebuena, su primera Nochebuena aquí conmigo —habló mi padre sonriendo un poco.
—Si, ya lo sabemos. Pero no tenemos algo que ponernos, nos tocará vestirnos con lo que tenemos ahí —dijo Natasha mientras metía un pedazo de comida a su boca.
Solté un pequeño suspiro, eran más de medio día, hoy hace un poco de frío. No quería vestirme, quería quedarme en casa y en mi cama viendo películas mientras tomaba algo pero se que sonaría algo muy típico por lo que mejor termino por cambiarme mientras mi cara muestra una seria molestia, no me molesta que amen la navidad, simplemente me molesta que hagan tanto alboroto por un día, ya se. A las doce es el nacimiento de Jesús pero… ¿es necesario el abrazo? Que pereza abrazar a gente y luego a gente que no conozco ni siquiera en fotos.
—En Nochebuena vamos a estar en casa de la señora O'Connor, la abuela de Mike. Así que las quiero comportadas y vestidas a la hora que yo les diga, ¿de acuerdo?
—¡Si…! Podré jugar con Megan y con Mike —Annie saltó de alegría mientras miraba a mi padre.
¿Ahí estará Mike? Oh, no. Bueno no es que seamos amigos así que tranquilizate Paige, solo es una persona, relajate. De todos modos no lo conoces de nada, ¿de que van a interactuar?
Cuando me cambio la camiseta, Natasha está en una lucha interna sobre qué vestido ponerse o qué blusa llevarse, yo la verdad es que no espero mucho así que me pongo algo muy casual, una sudadera guinda con negro y un pantalón y bueno… también no es que tenga otra cosa que ponerme.
—Puedes quitar tu cara como si hubieras olido caca de perro.
Pongo los ojos en blanco, ¿esto es en serio?
—Se que no te emociona la navidad y que no quieres estar entre personas que no conozcas pero trata de estar feliz por mi padre.
—Si, como nos dio unas navidades tan divertidas, ¡yupi! —dije sarcásticamente y Natasha suelta un suspiro.
—Se que la odias, pero al menos disimula, ¿si?
Yo solo asentí no muy convencida.
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Todo el cielo y el infierno que me diste ©
Teen FictionPaige, una chica que se muda con su padre para distraerse de todo. Allí se tiene que enfrentar a nuevas oportunidades, nuevas expectativas, nuevos retos y sobre todo nuevas ilusiones en donde ahí conoce a un chico que le puso su mundo patas para arr...