𝗠𝗮𝗱𝗿𝗶𝗱 𝗡𝗶𝗴𝗵𝘁𝘀ㅤㅤㅤㅤ𝑅𝐼𝑉𝐴𝐿𝑆

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El sol se deslizaba lentamente hacia el horizonte, tiñendo el cielo de tonos dorados sobre el campo de fútbol mientras Sae practicaba en el mediocampo. Aunque su rostro permanecía inexpresivo, sus ojos seguían cada movimiento de (N), su mánager, con una mezcla de fascinación y confusión.

—Sae, tus pases son cada vez más precisos. ¡Buen trabajo!— exclamó (N) , aplaudiendo desde la banda con una sonrisa radiante.

Sae apenas pudo contener un leve rubor ante el elogio de (N) . Asintió con gratitud, pero en su interior, luchaba por comprender los sentimientos que surgían cada vez que estaba cerca de ella.

Después del entrenamiento, mientras caminaban juntos hacia el vestuario, (N) se acercó a Sae con una sonrisa amigable.

—¿Te gustaría repasar algunas tácticas más tarde, Sae?—sugirió (N) , con una chispa de entusiasmo en sus ojos.

—Estaré allí—respondió Sae con cortesía, tratando de ignorar la confusión que revolvía en su interior.

Mientras observaba a N alejarse, Sae se encontró dividido entre la atracción que sentía hacia ella y el miedo a aceptar esos sentimientos. Por mucho que intentara negarlo, había algo en la forma en que (N) lo miraba, en cómo se preocupaba por él, que lo hacía sentir vulnerable de una manera que nunca antes había experimentado.

Esa noche, durante la sesión de repaso táctico, Sae se encontró cautivado por la presencia de (N) disfrutando cada momento que pasaban juntos. Pero a medida que la noche avanzaba, la tensión entre ellos se volvía cada vez más palpable, recordándole a Sae los sentimientos que había estado tratando de ignorar.

—(N)... hay algo que necesito decirte— murmuró Sae, su voz apenas más que un susurro en la quietud de la habitación.

(N) lo miró con curiosidad, sus ojos buscando los suyos con intensidad.

—¿Qué pasa, Sae?—preguntó ella suavemente, esperando su confesión.

Sae inhaló profundamente, luchando contra las palabras que se agolpaban en su garganta. Sabía que debía ser honesto consigo mismo y con (N) , pero el miedo lo paralizaba.

—Es... es complicado, (N)Mejor dejémoslo así— respondió Sae evasivamente, sintiendo un nudo en la garganta mientras desviaba la mirada.

N pareció entender su reticencia y asintió con comprensión, aunque una sombra de decepción cruzó por sus ojos.

En silencio, los dos continuaron con su trabajo.

𝗠𝗔𝗗𝗥𝗜𝗗 𝗡𝗜𝗚𝗛𝗧𝗦-𝙎𝘼𝙀 𝙄𝙏𝙊𝙎𝙃𝙄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora