𝗠𝗔𝗗𝗥𝗜𝗗 𝗡𝗜𝗚𝗛𝗧𝗦-𝙎𝘼𝙀 𝙄𝙏𝙊𝙎𝙃𝙄

𝗠𝗮𝗱𝗿𝗶𝗱 𝗡𝗶𝘁𝗴𝗵𝘀 ㅤㅤㅤㅤ𝑃𝐴𝑃𝐴𝑅𝐴𝑍𝑍𝐼 𝐼𝐼

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Sae Itoshi, a sus 20 años, era conocido por su talento en el campo de fútbol y su carácter reservado fuera de él. A pesar de su juventud, tenía una presencia magnética que atraía la atención donde quiera que fuera. Recientemente había conocido a (N), una joven estudiante que había llegado recién a Madrid, y desde entonces algo había cambiado en él. Aunque siempre había mantenido una distancia fría con la gente, con ella sentía un deseo irresistible de romper sus propios límites.

Una tarde soleada en un café tranquilo de la ciudad, Sae y (N) se encontraron para tomar un café. Se sentaron en una mesa apartada, rodeados por el suave murmullo de las conversaciones y el aroma del café recién hecho.

-Así que, ¿cómo te estás adaptando a Madrid?-preguntó Sae, observándola con atención por encima de su taza de café.

Ella sonrió tímidamente y jugueteó con un mechón de cabello. -Es una ciudad hermosa. Todavía estoy descubriendo muchas cosas-

-Me alegra escuchar eso. Madrid puede ser un lugar emocionante para explorar -respondió Sae, su voz profunda resonando en el espacio entre ellos.

Hubo un breve silencio mientras se miraban fijamente. Sae notó cómo ella desviaba la mirada de vez en cuando, y cómo jugueteaba nerviosamente con la manga de su suéter. Decidió romper el hielo.

-¿Sabes? Siempre he pensado que las mujeres a menudo prefieren a hombres mayores. ¿Será que tienes una debilidad por los hombres más experimentados?-dijo Sae con una sonrisa ladeada, intentando sonar seguro pero juguetón a la vez.

Ella se ruborizó ligeramente, pero no se dejó intimidar. -¿Tal vez estás sugiriendo que eres más experimentado?-

Sae asintió lentamente, manteniendo su mirada fija en la suya. -Podrías averiguarlo por ti misma-

Ella rió suavemente, disfrutando del juego de seducción que se estaba desarrollando entre ellos. -Hmm, no sé, Sae. Eres muy audaz para mí-

-Puede que parezca así, pero tal vez solo necesites descubrir más de mí-respondió Sae, acercándose un poco más a ella.

Ella se mordió el labio inferior, jugando con la idea de hasta dónde llegarían estas insinuaciones. -¿Y si no quiero cambiar tu percepción? ¿Y si me gusta este lado tuyo?-

Sae sonrió, complacido por su respuesta. -Entonces, tal vez deberíamos explorar un poco más-

Ambos sabían que estaban jugando con fuego, pero ninguno parecía querer retroceder. La tensión entre ellos era palpable, cargada de anticipación y atracción mutua. Continuaron charlando, intercambiando bromas y comentarios cargados de insinuaciones mientras el café se enfriaba entre ellos.

La tarde pasó rápidamente, pero ninguno de los dos estaba listo para despedirse. Acordaron encontrarse de nuevo, deseando explorar más de esta conexión intrigante que habían descubierto entre ellos.

Cuando finalmente se levantaron para irse, Sae se inclinó hacia ella y le susurró al oído: -Hasta la próxima vez, (N). Estoy deseando que descubramos más el uno del otro-

Ella sonrió, sintiendo el cosquilleo de sus palabras. -Estoy lista, Sae. Estoy lista-

Caminaron juntos hacia la salida del café, la tarde brillante extendiéndose ante ellos, llena de posibilidades y promesas de un juego de seducción que acababan de comenzar.

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