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Sae Itoshi había pasado toda su vida perfeccionando su talento en el fútbol. Su destreza en el campo era indiscutible, y su actitud fría y soberbia le había ganado tanto admiradores como detractores. Sin embargo, había algo dentro de él que anhelaba más. Quería aprender más allá del deporte, expandir su conocimiento y, tal vez, descubrir algo nuevo sobre sí mismo. Por eso decidió inscribirse en la universidad.
El primer día de clases, Sae caminaba por el campus con la misma actitud segura que mostraba en el campo. Se dirigía al edificio de Humanidades, donde comenzaría su carrera en Historia del Arte. Siempre había tenido una fascinación oculta por las pinturas y esculturas, pero nunca se había permitido explorarla hasta ahora. Mientras exploraba su nuevo entorno, vio a una chica que destacaba entre la multitud. Sus ojos, cálidos y llenos de vida, iluminaban el día gris de otoño. Sae se detuvo, incapaz de apartar la mirada. Algo en ella lo atraía de una manera que no podía explicar.
(N) , una chica amigable y siempre dispuesta a ayudar, notó la mirada fija de Sae. Sonrió y se acercó a él con naturalidad.
—Hola, ¿necesitas ayuda con algo? —preguntó (N), su voz suave y amable.
Sae, sorprendido por su acercamiento, tardó unos segundos en reaccionar. No estaba acostumbrado a que la gente se le acercara de esa manera, y mucho menos a responder de forma educada.
—Ehm, no… sí, bueno, no estoy seguro —dijo finalmente, sintiéndose torpe por primera vez en mucho tiempo.
(N) rió suavemente, haciendo que Sae se sintiera un poco más cómodo.
—No te preocupes, es normal perderse el primer día. ¿Cuál es tu nombre?
—Sae Itoshi —respondió él, recuperando un poco de su habitual seguridad—. ¿Y tú?
—(N) Vandort. Es un placer conocerte, Sae. ¿Qué estudias?
Sae vaciló un momento antes de responder. Nunca había sentido la necesidad de justificar sus decisiones, pero con (N) era diferente.
—Estoy en Historia del Arte , principalmente, pero quiero aprender más. Por eso estoy aquí.
—Eso suena genial —dijo (N) con entusiasmo—. La universidad es el lugar perfecto para explorar nuevas cosas. Si necesitas ayuda con algo, no dudes en preguntarme.
