𝗠𝗮𝗱𝗿𝗶𝗱 𝗡𝗶𝗴𝗵𝘁𝘀ㅤㅤㅤ 𝑉𝐼𝐶𝐼𝑂𝑈𝑆

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El estadio estaba vacío, un coloso en silencio que guardaba los ecos de las multitudes que habían vibrado entre sus muros. Era un lugar de gloria y agonía, de victorias y derrotas, tanto en el campo como en la vida personal. Sae, mediocampista estrella, con el uniforme de entrenamiento aún pegajoso por el sudor, se sentía atrapado entre esos recuerdos. Sabía que debía enfocarse en la próxima temporada, en manejar el ritmo del juego y en mantener su rendimiento, pero su mente se resistía a apartarse de la única persona que ocupaba sus pensamientos.

En las gradas más altas, (N) estaba sentada, revisando su laptop con el ceño fruncido. Aunque sus dedos se movían rápidamente sobre el teclado, sus ojos no dejaban de desviarse hacia el campo, buscando a Sae entre los jugadores. Desde su posición, podía verlo entrenar, cada movimiento preciso, cada gesto calculado. Había sido su vida durante tanto tiempo que ahora, aunque se habían separado, seguir cerca de él en el trabajo era una mezcla de consuelo y tortura.

Al terminar la sesión de entrenamiento, Sae se dirigió hacia el vestuario, pero al notar a (N) todavía en las gradas, sus pasos se ralentizaron. Algo dentro de él, una mezcla de deseo y necesidad, lo empujó a acercarse a ella. Sae era frío y estoico, siempre había mantenido las emociones bajo control, tanto dentro como fuera del campo. Pero ahora, viendo a (N) tan cerca y tan distante al mismo tiempo, sentía que algo en su interior se quebraba. No estaba seguro de qué decir, pero la idea de dejar pasar otro día sin hablar con ella le resultaba insoportable.

—¿Cómo va todo? —preguntó, su voz más suave de lo habitual, tratando de romper la tensión que siempre flotaba entre ellos desde la separación.

(N) levantó la vista, un poco sorprendida de verlo acercarse. Era raro que se hablaran fuera de lo estrictamente necesario para el trabajo. Sin embargo, no pudo evitar sentir una punzada de esperanza. —Bien... Solo terminando de ajustar la campaña para la próxima temporada —respondió, esforzándose por sonar casual.

—Es impresionante lo que haces —dijo Sae, con sinceridad—. Todo el equipo depende de ti más de lo que te imaginas.

(N) sonrió débilmente. Sus palabras, aunque amables, solo reforzaban la ironía de la situación. Eran un equipo fuera del campo, pero dentro de él, todo parecía estar roto.

—Sae... —empezó ella, bajando la mirada al campo vacío—. ¿Alguna vez te preguntas si fue un error? ¿Si tal vez podríamos haber manejado mejor las cosas?

Él se quedó en silencio, contemplando las palabras que no había querido admitir ni siquiera para sí mismo. Como mediocampista, Sae estaba acostumbrado a tomar decisiones rápidas y calculadas, a controlar el flujo del juego, pero en este momento, se sentía completamente perdido. —Todo el tiempo —admitió finalmente—. Quiero decir, sé que teníamos razones válidas para separarnos, pero cuando te veo... me pregunto qué habría pasado si hubiéramos luchado un poco más, si hubiéramos encontrado la forma de estar juntos a pesar de todo.

𝗠𝗔𝗗𝗥𝗜𝗗 𝗡𝗜𝗚𝗛𝗧𝗦-𝙎𝘼𝙀 𝙄𝙏𝙊𝙎𝙃𝙄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora