CAPITULO 5

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_"Me produce un gran placer estar sola. Tal vez se deba a que, al hacerlo, elimino el dolor que me produce la gente. Quizás sea el placer más fuerte que conozco." -Virginia Wolf

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(N) se encontraba lista para ir a recorrer la hacienda, solo faltaba que llegara el capataz, (N) portaba una ropa distinta a lo que estaba acostumbrada, tenía unos jeans, con unas botas si era necesario montar a caballo, tenia una camisa blanca corta bastante escotada dejando ver sus curvas, por ultimo tenia un sombrero para no quemarse por el sol

-Que pena señorita, nuestro ganado se entro a la hacienda vecina y comenzó a tomar el pequeño lago que tienen allí, así que el imbécil de Yaga les disparó sacarlos- Explico Sukuna quitándose su sombrero, había llegado unos minutos tarde

-Pero como se atreve ese hombre- Salió (N) molesta para dirigirse a la hacienda Gojo, sabía que quedaba al lado de su propiedad, era bastante grande pero se notaba abandonada, cuando llegó parecía que se estaba cayendo a pedazos

Tocó la puerta delicadamente, no se fue por miedo, si no que esa puerta estaba que se caía a pedazos -Buenos días, ¿En qué puedo colaborarle señorita?- Yaga abrió la puerta dejando pasar a (N), había escuchado de su llegada y por la descripción física que le dieron de la muchacha sabía que se trataba de dueña de la hacienda vecina

-Usted le anda disparando a mis animales, deje falsas amabilidades- Demandó (N) con un tono de voz bastante furioso dejando sorprendido a Yaga

-Lo hice para asustarlos ya que está hacienda no les permetence, ya le he dicho varias veces a Sukuna que mandé esos animales a comer a otro lado- Levanto la voz, no iba a permitir que viniera una mujer a humillarlo en la casa de sus patrones como solía hacer Sukuna

-Dígale a su patrón que para evitar que mi ganado tome de su agua que le ponga precio a su propiedad- Sonrió amargamente, su capataz le dijo sobre la buena inversión que sería comprar este lugar en ruinas y arreglarlo, una idea bastante ingeniosa

-La hacienda Gojo no está a la venta- Respondió un joven de cabellos blancos sonriendo para mirar a la muchacha alegremente, le pareció bastante hermosa así que no podía evitar sonreír

-¿Y quién diablos es usted para meterse en lo que no le importa?- (N) noto la mirada del joven sobre ella molestandole

-Satoru Gojo hijo de los dueños de esta hacienda y te repito que está haciendo no se vende- Respondió tranquilo manteniendo su estúpida sonrisa

-Pues no entiendo para que quiere conservar esto teniéndolo tan abandonado- La casa principal de la hacienda estaba hecha añicos, era un milagro que se mantuviera de pie

-Pues ya no está abandonado ahora estoy aquí- El peli blanco se rió cruzando sus brazos

-Pues su presencia no será suficiente para sacar adelante está hacienda-

-¿Usted cree?- Satoru miraba bastante entretenido a la joven, a su vista era la mujer más hermosa que sus ojos hubieran visto, no tenía planes de vender su hacienda y ahora menos si eso significaba seguir viéndola

-Si, porque para eso se necesita mucho dinero y si usted no ha podido levantar una simple cerca dudo mucho que pueda reparar lo demás- La hacienda Gojo tenía una serca tumbada permitiéndole el acceso a el ganado de (N)

-Luego te explico lo que habla la señorita, Satoru- Hablo Yaga mirando a su patrón

Satoru soltó una carcajada negando con su cabeza -Mejor dígame una cosa, ¿Siempre es así de soberbia?- Le pregunto a la joven quien frunció el seño

-Pero como se atreve, por lo visto no tiene ni la menor idea con quién está tratando-

-La verdad no, como no ha tenido la delicadeza de presentarse- Hablo Satoru mirando a Yaga quien le hacía señas para que no siguiera provocando a la joven

-Soy (N), la dueña de la hacienda (A)-

-A pues mucho gusto me alegra mucho tener una vecina tan encantadora como tú- El joven se quito las gafas dejando ver sus hermosos ojos azules -Y como vivimos tan cerca supongo que nos vamos a ver con mucha frecuencia-

-El único trato que usted y yo podemos tener será cuando decida venderme su hacienda- (N) lo miro a los ojos, no le parecía atractivo en realidad esos ojos que volverían loca a cualquiera a ella no le generaba nada

-Eso significa que nunca más nos vamos a volver a ver- Fingió tristeza poniendo una de sus manos en la frente

-No este tan seguro, yo sé que va a cambiar de opinión- Respondió la joven firmemente

-¿Usted cree?- Volvió a sonreír mirando el escote de (N)

-Si, en cuanto se de cuenta del dinero que necesita para hechar andar esto- Miro a el techo notando que tenía un agujero, era deplorable el estado de esa casa

-Pero deberás que eres soberbia (N), perdón, no te importa que te llame de tu, ¿Verdad?- Satoru se acercó a la joven pero está lo esquivó

-Por supuesto que me importa- Salió furiosa de la casa pensando en el tiempo que le hizo perder esa palmera descolorida

-Te acabas de hechar una enemiga muy peligrosa, Satoru- Hablo Yaga, el ya conocía bastante bien a Sukuna y sus mañas por conseguir lo que queria, el simple hecho de pensar que (N) es la jefe de el, le ponía los pelos de punta

Satoru se rió, abrazando a Yaga, le parecía imposible que una mujer tan hermosa como (N) tuviera si quiera una pisca de maldad en su ser -Te aseguro con toda la pesada que te parezca no es capaz ni de matar una mosca-

-Yo no estaría tan seguro de eso- Noto la mirada de Satoru sobre (N) creandole desconfianza

-Ya, ya, mejor hablemos de otras cosas, hace un par de años que no vuelvo a la hacienda, quiero que me pongas a el día-

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-La señorita (N) salió, no me contó que su familia también vendría- Hablo Miwa amablemente, cargando las maletas de Nana y Usagi -¡Ella esta en la hacienda Gojo!- Miwa sabía que haya se olajaba un joven bastante guapo

-¿En la hacienda de al lado?- Nana conocía esa hacienda, ella conocía la familia Gojo ya que los padres de (N) eran muy amigos de ellos

-¡Si! ¡Que el capataz de es hacienda le disparó a el ganado de la señorita, entonces ella se fue enojada a reclamarles!- Miwa contesto emocionada -¡Y justo hoy llega el hijo de los dueños!- Sus mejillas se pusieron totalmente rojas

-Ay Dios... Espero que (N) no esté haciendo una locura- Usagi hizo una expresión de preocupación -Rey ayuda a la muchacha a subir las maletas- Dijo al ver el gran esfuerzo que hacía Miwa por llevar todo a el mismo tiempo

-Lo que digas mamá- Tomo unas maletas para llevarlas de mala gana a las habitaciones indicadas

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En las caballerizas se encontraban el capataz de la hacienda y su mano derecha Uraume -Ya viene la dueña, se ve que no le fue bien en la hacienda Gojo- Se acercaba (N) con su caballo bastante enojada

-Uraume, llévatelo- Tomo el caballo de la señorita dejándola sola con Sukuna

-¿Que paso? ¿Arreglo ese asunto de una vez por todas?- Pregunto Sukuna acercándose a (N)

-Por lo pronto no, pero ya se arreglará-

-¿Entonces que? ¿Dejo que el ganado se vaya a hacienda Gojo o no?-

-Haz lo que se te pegue la gana- Se fue (N) dejando a Sukuna riendo

-Esa mujer es rara, ¿Verdad?- Pregunto Uraume, parandose al lado de el capataz

-Todas las mujeres son raras, pero por lo menos está es muy bonita- Sonriendo viendo como su jefa se iba.

EL REFUGIO DE LA DESILUSIÓN - SATORU X READERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora