CAPITULO 13

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_"En los campos ajenos, la cosecha siempre es más abundante." -Ovidio.

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-Usted imagina cosas, señorita, yo no tengo nada en su contra- habló Sukuna, riéndose falsamente para no crear sospechas de su cometido, sin embargo, su risa sonaba hueca, desprovista de la calidez que intenta transmitir, en el fondo, sentía una mezcla de desprecio y nerviosismo, pero se obligaba a mantener la compostura

-¿No?- Preguntó (N), levantando una ceja con escepticismo, sus ojos oscuros perforando los de Sukuna como dagas afiladas

-Al contrario, para mí es un placer tenerla por aquí- Sonrió Sukuna, mirándola fijamente, pero detrás de su sonrisa, sus ojos reflejaban un destello de ironía, una lucha interna entre el odio y la obligación

El silencio que siguió se volvió tenso. (N) sintió el calor de la confrontación y la ira burbujeando bajo su piel. Se dio la vuelta bruscamente, su cabello ondeando con el movimiento

-¡Vámonos!- demandó, su voz firme y decidida, mientras caminaba hacia su camioneta con pasos rápidos y enérgicos

Sukuna se quedó un momento inmóvil, observando la figura de (N) alejarse, el ceño fruncido y los labios apretados revelaban su creciente molestia, sin ganas de seguir protestando, suspiró profundamente, un sonido que cargaba todo su cansancio y frustración

La siguió con pasos pesados, sintiendo una mezcla de irritación y confusión, no podía entender por qué (N) se aferraba tanto al campo, a un lugar que consideraba duro e implacable, especialmente para alguien tan delicada y bella como ella, mientras caminaba, no podía evitar que su mente divagara en pensamientos oscuros, cuestionando su propia paciencia y el futuro incierto que los rodeaba en esa vasta y solitaria hacienda

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Mechamaru contó las monedas con cuidado, el sonido metálico llenando el pequeño espacio, con una expresión de concentración, finalmente se las entregó a Miwa -Aquí está tu cambio, Miwa, cuéntalo- dijo, sus ojos reflejando una mezcla de seriedad y preocupación

-No es necesario, Mechamaru, confío en ti- Respondió Miwa con una sonrisa cálida, tratando de transmitirle tranquilidad

-Pero yo no, así que mejor cuéntalo- Insistió Mechamaru, un ligero rubor en sus mejillas, no era muy bueno con los números y nunca se perdonaría estafarla por error, sus manos temblaban ligeramente, reflejando su nerviosismo

Satoru, observando la escena de reojo, volvió su atención a Rey -Me alegra saber que alguien se ha tomado la molestia de investigarme- Comentó, ladeando la cabeza con una sonrisa irónica, sus ojos brillaban con curiosidad, aunque mantenía su actitud desenfadada, como si nada pudiera perturbarlo realmente

Rey rió suavemente, sus ojos destilando una mezcla de seducción y astucia. -Digamos que me gusta conocer a las personas importantes... y tú, Satoru, sin duda lo eres- Había un destello de desafío en su mirada, una promesa de que había mucho más detrás de sus palabras

Rey continuaba cerca de Satoru, ignorando al resto de los presentes. -Rey...- Susurró Miwa, tomándole el brazo con suavidad, sus ojos llenos de preocupación, quería decirle que ya era hora de regresarse, pero también temía interrumpir algo importante

-Regresate con Uraume...- Le respondió Rey en un susurro, con la esperanza de que Gojo no la escuchara, había una nota de urgencia en su voz, una súplica silenciosa

-Pero... ¿Usted, cómo se va a regresar?- Preguntó Miwa, su voz temblando ligeramente, la preocupación en sus ojos era evidente, reflejando su lealtad y aprecio por Rey

EL REFUGIO DE LA DESILUSIÓN - SATORU X READERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora