CAPITULO 22

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_"Hay conciencias tan falsas que su remordimiento es sólo el engaño de sí mismas." -Niceto Alcalá-Zamora.

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-Ahora sí, con esta cerca los animales de la hacienda (A) no se van a pasar para acá- Comentó un trabajador mientras ajustaba unas tablas de madera, el sonido del martillo resonando en el aire tranquilo de la mañana

Satoru, de pie con los brazos cruzados y una sonrisa en el rostro, observaba el trabajo de los hombres con satisfacción -Pero si la cerca es para que nuestro ganado no se meta allá- Respondió Satoru, riéndose entre dientes

-¿Cuál ganado? Si aquí no hay ninguna vaca- Dijo Yuuji, frunciendo el ceño mientras miraba a su alrededor

-Pero las habrá, Yuuji, las habrá, ya lo verás- Satoru respondió con convicción, sus ojos brillando con determinación

-¿De veras?- Preguntó Yuuji, arqueando una ceja con escepticismo

-Sí, voy a ir con Yaga al rato a comprar unas cabezas, ¿Verdad?- Dijo Satoru, dándole una palmada en el hombro a Yaga

-Sí, ajá- Respondió Yaga, su mirada perdida en la distancia, claramente absorto en sus pensamientos

Satoru notó la expresión preocupada de Yaga y se detuvo un momento, su tono de voz cambiando a uno más serio -Válgame, pero qué entusiasmo el tuyo ¿Qué tienes?- Preguntó Satoru, inclinándose ligeramente hacia adelante para captar la atención de Yaga

-No puedo dejar de pensar en lo que pasó con la señorita (N), pero ¿para qué le buscas, Satoru? ¡Se fue hecha una furia!- Lo regañó Yaga, sacudiendo la cabeza con desaprobación

Satoru se encogió de hombros, aún sonriendo -Siempre está hecha una furia, ese es su estado natural- Respondió Satoru con un tono burlón, su mirada brillante de una mezcla de diversión y desafío

-Estás menospreciando a esa mujer, Satoru, es capaz de cumplir con sus amenazas, especialmente si Ryomen Sukuna la respalda- Advirtió Yaga, su voz grave y llena de preocupación

-No pueden hacer nada en contra nuestra y, le pese a quien le pese, voy a sacar la hacienda Gojo adelante, te juro por mi vida que esta hacienda va a volver a ser lo que era antes- Declaró Satoru con determinación, sus ojos mirando fijamente al horizonte, como si ya viera el futuro próspero que imaginaba para su hacienda

Los trabajadores continuaron con su labor, algunos asintiendo en acuerdo silencioso con Satoru, mientras otros intercambiaban miradas de duda, la determinación de Satoru, sin embargo, no parecía flaquear, y su espíritu inquebrantable se extendía a través del campo, inspirando a aquellos a su alrededor a seguir trabajando con renovado vigor

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-No dijo ni una sola palabra en todo el camino de regreso, está que se la lleva el diablo de coraje, ¿Verdad?- Comentó Sukuna, siguiendo a (N) mientras bajaban del coche y se dirigían hacia la entrada principal de la hacienda

(N) caminaba con pasos firmes y decididos, sus ojos destellando con una mezcla de ira y determinación, se detuvo un momento, respirando hondo antes de contestar -Yo voy a bajarle los humos a ese patán, cree que lo puede hacer todo- Dijo (N), su voz baja pero cargada de una intensa resolución

Sukuna, con una sonrisa que apenas ocultaba su disfrute por la situación, se acercó un poco más -Si quiere, yo puedo darle un susto, va a ver cómo se le bajan los humos- Sugirió Sukuna, haciendo un gesto con la mano como si imitara un revólver

EL REFUGIO DE LA DESILUSIÓN - SATORU X READERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora