CAPITULO 27

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_"Cuando alguna vez
Encuentro a quien amar
Apareces tú en mi mente una vez más." -Juan Carlos Calderón.

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-Ay Dios mío... Mira, no sé si lo que me estás diciendo me da gusto o miedo, la verdad- Suspiró Iroh, su preocupación evidente mientras se frotaba la frente

Satoru, todavía procesando la conversación, frunció ligeramente el ceño -¿Por qué?- Preguntó, buscando entender la raíz del temor de su padre

-Por todo lo que ha pasado con ella- Comenzó Iroh, su voz firme pero teñida de incertidumbre -Su empeño por comprar la hacienda, lo que pasó con el ganado y, si fuera poco, te da un balazo-

Satoru hizo un gesto, casi automático, como si intentara apagar la chispa de preocupación que veía en los ojos de su padre -Ya te expliqué que lo del balazo...-

Pero Iroh lo interrumpió, su voz cargada de una mezcla de frustración y temor -No, no, no me importa si fue accidental o no, eso no me importa, mira, es que se dicen tantas cosas de esa muchacha- Confesó, dejando claro que no se trataba solo del incidente, sino de todo lo que rodeaba a (N)

Satoru, con una expresión más seria y reflexiva, miró a su padre y respondió con calma -(N) no es mala, papá, yo tengo la certeza de que, detrás de esa máscara de despotismo, hay una mujer que necesita muchísimo afecto- Explicó, su voz impregnada de un amor profundo que lo mantenía firme en su convicción

Iroh observó a su hijo durante unos segundos, asimilando lo que Satoru estaba diciendo, finalmente, asintió lentamente, una pequeña sonrisa de resignación y apoyo surcando su rostro -Pues si eso es lo que crees, hijo, y la quieres verdaderamente, ya sabes que cuentas con todo mi apoyo, tú sabrás decidir lo que te hace feliz-

-Gracias, papá- Respondió Satoru con gratitud en su voz, una sensación de alivio cayendo sobre él

En ese momento, Emma entró en la habitación con una bandeja de desayuno -Satoru, ¿Pero qué haces aquí?- Preguntó, sorprendida al ver a su hijo sentado junto a su padre

Satoru esbozó una leve sonrisa -No estaba tranquilo sabiendo que mi papá se sentía mal, así que preferí venirme para acá- Explicó, tratando de calmar cualquier preocupación que pudiera tener su madre

Emma suspiró, mezclando su preocupación con alivio -No debiste hacerlo, pero bueno, me da gusto que estés aquí, así yo podré estar al pendiente de ustedes dos- Dijo, con una determinación renovada -De ahora en adelante, voy a cuidar más a mi familia, no voy a permitir que nadie vuelva a hacerles daño-

Satoru asintió, cansado pero aliviado -Voy a mi recámara a descansar un poco- Dijo, sintiendo que necesitaba recobrar fuerzas

Emma se acercó rápidamente, ofreciéndole su apoyo -Ven, hijo, te ayudo, despacio, apóyate en mí- Dijo, mientras lo guiaba con cuidado hacia su habitación, asegurándose de que cada paso fuera seguro y firme

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Emma ayudó a Satoru a recostarse en la cama con cuidado, asegurándose de que no hiciera más esfuerzos de los necesarios, sin embargo, apenas se sentó, Satoru sintió un dolor punzante en su abdomen y, al tocarse, notó la humedad en su camisa -Ah...- Murmuró con molestia

Emma frunció el ceño al notar la mancha de sangre -Hijo, estás sangrando- Exclamó, su voz llena de preocupación

Satoru, intentando minimizar la situación, respondió con calma -Es lógico, mamá, la herida va a tardar un poco en cerrar-

EL REFUGIO DE LA DESILUSIÓN - SATORU X READERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora