EL REFUGIO DE LA DESILUSIÓN - SATORU X READER

CAPITULO 20

_"Cada cosa que amas, es muy probable que la pierdas, pero al final, el amor volverá de una forma diferente." -Franz Kafka

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Usagi se acercó rápidamente a (N) apenas entró en la casa -¡Qué bueno que regresaste, estábamos muy preocupadas por ti!- Dijo Usagi, su voz llena de alivio

-¡Ay, nos tenía con el alma en un hilo!- Añadió Miwa, acercándose también

-¿Qué pasó, se arregló todo?- Preguntó Nana, con una mezcla de ansiedad y esperanza

-¡Ya por favor, no soy ninguna niña para que me estén velando el sueño!- Gritó (N), visiblemente irritada, sin esperar una respuesta, se dio la vuelta y comenzó a subir las escaleras, sus pasos resonando por toda la casa con un eco de frustración

-Segurito que el joven Satoru le volvió a cantar sus verdades a la señorita, yo no sé porque siempre que lo ve se pone así- Hablo Miwa bastante preocupada

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Shoko entró en la sala con un sobre en la mano y se acercó a Usagi, quien estaba sentada revisando algunos documentos

-Estas son las radiografías de Rey, como no pasaron a recogerlas, me tomé la libertad de venir a traerlas- Dijo Shoko, entregándole el sobre a Usagi

-Te lo agradezco mucho, Shoko, ¿Cómo salieron?- Preguntó Usagi, su rostro reflejando preocupación

-Afortunadamente, no hay nada fuera de lo normal- Respondió Shoko con una sonrisa tranquilizadora

-Bendito sea Dios- Suspiró Usagi, aliviada

-Bueno, eso es todo, me dio gusto saludarla, hasta luego- Shoko hizo un ademán de despedida

-Shoko... Espera- Usagi la detuvo

-¿Sí?- Shoko se giró, curiosa

-Sabes, me llamó mucho la atención la forma tan fría en la que trataste a mi hija ¿Tuvieron alguna dificultad en la ciudad?- Usagi la miró con preocupación

-Bueno... La verdad es que- Shoko comenzó a hablar, lista para revelar lo sucedido

-Tía, necesito hablar contigo. No sabía que estabas ocupada- Interrumpió (N) abruptamente, su tono reflejando enojo

-Shoko vino a traer las radiografías de tu prima, dice que todo está bien- Explicó Usagi

-Eso ya lo sabíamos, ¿No? Muchas gracias por todo, Shoko, y perdona, pero hemos tenido un día muy difícil, queremos descansar- Dijo (N) con un tono cortante

-Sí, claro, buenas noches- Respondió Shoko, incómoda

-Gracias por todo, Shoko, eres muy amable- Añadió Usagi, tratando de suavizar la situación

-Por nada, señora, con permiso- Shoko se despidió y salió de la casa

Usagi miró a (N) con una mezcla de sorpresa y reproche -(N), yo sé que esta es tu casa, pero me parece que no estuvo bien que la corrieras, esa muchacha ha sido amiga tuya desde hace años- Dijo Usagi, su tono suave pero firme

-Dije que no quería a nadie dentro de la casa y menos si es alguien que me recuerde a... Buenas noches, tía- (N) respondió, su enojo cambiando a tristeza mientras subía las escaleras

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En el fondo de la gran hacienda, (N) se adentró en una habitación que solía ser su refugio durante la infancia, al entrar, sus ojos se posaron en una muñeca olvidada en una esquina, evocando uno de los recuerdos más amargos de su vida