Tú eres una tentación

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(Capítulo 11)


JOHN:

Mi hermano es muy inteligente y buen observador. Tendré que fingir bastante bien para que no note que esta vida y este cuerpo no me pertenecen.

—Francesco, es que tu hermanito siente mucha inclinación por la reencarnación. —Espero que con este pretexto sea suficiente—

Por eso te dije: "En esta vida nunca me había sentido así por nadie"

—Bastante interesante. ¿Desde cuándo crees en la reencarnación? Recuerdo muy bien que siempre decías: "Nacemos y morimos una vez." Ahora tienes un cambio repentino en muchos aspectos, hermano. Nunca te gustaba la mostaza, y de la noche a la mañana le echas a los sándwiches, ensaladas y salchichas. Además, nunca fuiste bueno ligando, y de repente te la pasas... bueno, ya sabes. A veces me pregunto, ¿eres mi hermano?

Este hermano ficticio me salió más sabio de lo previsto. Pensaba que no notaba esos pequeños detalles, pero veo que se ha dedicado a observarme todo este tiempo. No sé qué me inventaré para salir de esta, pero sé que debo actuar con cautela.

—Cambiamos con la vida, Francesco. No seas tan dramático. Esto que ves, un día no será, y aquello que fue, ya no es.

—Bueno, acepto que tenemos derecho a cambiar. Solo no cambies tanto, porque sentiré que he perdido a mi hermano.

—No me perderás, camarada. Y ya deja tus locuras de anciana metiche y ve a ducharte. Mientras tanto, visitaré a Anna.

—Está bien. Que disfrutes tu estadía por allá.

Dejo a Francesco en la ducha y me comprometo a no ser tan obvio. No quiero que descubra nada comprometedor. Me cae bien, y no desearía que un triste final acortara sus días. Aunque, si se interpone en mis asuntos, no dudaré ni un segundo. Por salvar mi pellejo, sería capaz de traicionar a mi persona favorita.

ANNA:

Estoy buscando en mi closet una vestimenta apropiada para el baile. Será en dos días, y quiero ir presentable. Es mi último año de secundaria y no quiero faltar. Aunque mis emociones no son las mejores, debo salir a flote.

Si tuviera la oportunidad de hablar con Hunter una vez más, escucharía su trato. Me he pasado la tarde viendo documentales espirituales para orientarme sobre métodos de comunicación con ese tipo de seres. Entre tantos, uno llamó mi atención: "INVOCARLO."

Pensar que debo invocar a esa cosa me da escalofríos. Mi mente me dice que no soy capaz, pero mi corazón valiente rechaza su oferta. Estoy en un dilema. Lo mejor será salir al parque para despejarme y tomar aire fresco.

JOHN:

En el camino, le pregunté a unas chicas si conocían la ubicación de Anna Williams, y fueron tan amables que me acompañaron hasta su vecindario. No sé si fue cortesía o interés por parte de ellas. Aunque no las culpo, me sale lo coqueto por los poros.

Después de despedirme, voy con seguridad a tocar el timbre... «Ring»

Toco tres veces y nadie responde. Asomo la mirada por la ventana frontal, y todo se ve muy quieto. Parece que la casa está sola.

Maldición, este viaje será un fracaso. —expreso con desagrado—

Quizás está con el famoso Alex en alguna cita. —Me niego a no verla—

¿Y si volvemos a encontrarnos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora