Lo diste todo por mí

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(Capítulo 9)


ANNA:

La señora que me acompañaba se desvanece en un instante. Quedo llena de miedo y nostalgia al saber que solo cuento con mi propia compañía.

Se escuchan gritos y voces que se acercan a lo lejos. Trato de cerrar los ojos, pero aún así percibo esa penetrante mirada que se aproxima a mí a toda prisa.

—¿Quién eres? —pregunto, nerviosa.

—Tengo muchos nombres, aunque prefiero que me digas Hunter. ¿Sabes por qué? Porque me gusta cazar almas.

Mis labios temblaban y mis palabras salían entrecortadas. Estaba viendo en persona a un ser sobrenatural. Desde la oscuridad, observaba sus grandes garras y cómo se desplazaba de un lugar a otro con rapidez. Muchas risas salían de él, y se notaba que disfrutaba mi agonía.

—Deja de reírte, no ves que estoy sufriendo. ¡Sácame de aquí!

—Ay, Anna, mientras más sufres, más me divierto. El sufrimiento es mi fuente de energía.

No es posible que esto sea real. Solo despierta, Anna. ¡Despierta ya, maldita sea!

—Has vivido engañada toda tu vida, no creas que ese es tu verdadero nombre. ¿Y qué demonios haces aquí? Este lugar no es para los vivos, solo para los muertos.

Esta bestia está hablando tonterías en mi propio sueño. Ahora me hace creer que Anna no es mi nombre y que estoy en un lugar de tormento.

—¿Acaso morí? —pregunto con valor.

—No moriste, chica estúpida. Solo que te enamoraste de un condenado y tu alma está aquí buscándolo.

—Eso es mentira, solo estás hablando cosas sin sentido.

—Ya veo que crees que estoy delirando, cuando en realidad estoy más cuerdo que todos los humanos. Soy inmortal, querida. Aquí las preguntas las hago yo. ¿Por qué buscas a Alex?

Sus ojos se centran en mí, y de las paredes brotan diferentes manos pidiendo socorro. Tuve miedo de decirle la verdad, pero sé que él notaría si le daba una respuesta incorrecta.

—Alex me visitó hace unos días en los sueños; es producto de mi imaginación.

—Esa maldita conexión que tienen desde vidas pasadas me está dando náuseas. Ese mediocre sentimiento que todos llaman amor se está saliendo de control entre ustedes los humanos. Quieren una larga vida y son capaces de sacrificar la suya por sus semejantes. Los mortales son tan ineptos.

—¿De qué diablos me hablas?

—No repitas ese nombre. Mi señor te puede escuchar y él no tendrá misericordia de ti. Soy más comprensible que él. Solo soy un subordinado.

—Entonces explícame la conexión que Alex y yo tenemos, por favor.

Le suplico con todas mis fuerzas, llena de llanto.

—Ay, niña, nos volvimos a encontrar de una manera tan impredecible. Aquella vez cuando te tenía en mis garras, tu amado decidió entregar su reencarnación a cambio de la tuya. Me suplicó que tomara su vida y te dejara renacer. Su alma era más valiosa que la tuya, porque los dioses supremos se habían encariñado de su valentía y nobleza.

Hunter hizo silencio por un momento. Mientras tanto, él disfrutaba de mi calamidad.

—Continúa, no calles.

—Como su alma era muy valiosa y quería enfadar a los dioses, acepté su trato.

—¿De cuál trato hablas?

—Él, por decisión propia, quiso venir a este lugar para que tú fueras feliz. Había un rincón del infierno preparado para ti, Fiorella. Sin embargo, Alex tomó tu lugar. Ahora parece que te ha extrañado tanto que se ha comunicado contigo en sueños. Por esa razón, llegaste aquí buscándolo en tu subconsciente.

—¿Dónde está Alex?

—Ahora mismo está siendo torturado por comunicarse con un humano. Eso no está permitido en mi mundo.

—Quiero verlo, Hunter.

—¡Es imposible! Alex, en estos momentos, está irreconocible. Su piel no se ha regenerado, mis pezuñas lo perforaron una y otra vez. El pobre da más miedo que yo.

Me desvanezco por completo y no concibo nada de lo que estoy escuchando. Mi respiración está agitada y mi mente aturdida. ¡Alex lo dio todo por mí!

—¿Qué puedo hacer para ayudarlo?

—Veo que tienes agallas.

—Dime, ¿qué hago?

—Bueno, ya que insistes, te digo un secreto: "Me gustan los tratos".

VANESSA:

En estos momentos, estoy un poco angustiada por mi cometido. Si Anna se llegara a dar cuenta de mis verdaderas intenciones, me excluiría de su amistad. Debo estar cerca de ella; no me puedo echar para atrás a estas alturas del juego.

Seguiré haciéndome pasar por su mejor amiga, hasta que el tiempo me dé la victoria en esta carrera hacia el amor. No puedo perder esta vez; no me lo permito.

Lo que haré en este momento es llamarla y comprobar que ella no sospecha de mí en lo absoluto. Necesito confirmar que la muy patética me considere su amiga del alma.

Agarro el celular y empiezo a llamar...

—Hola, Vanessa —responde muy entusiasta su madre.

—Hola, Sra. Williams. ¿Está Anna cerca? Necesito hablar con ella.

—Dejó su teléfono en el comedor. Quédate en línea; subiré las escaleras para hacerle entrega de tu llamada.

Mientras espero en línea, escucho a su madre toda preocupada intentando abrir la puerta. Se oían gritos provenientes de su habitación.

—Cariño, ayúdame a despertarla —escuchaba por el celular a la madre de Anna suplicándole ayuda a su esposo—. Ella está en un trance; parece que tuvo una pesadilla —exclamaba toda angustiada.

Me sorprendí al escuchar que Anna estaba teniendo una pesadilla y, a la vez, me alegré. Eso significa que Harry sí logró su cometido y mi miserable amiga está toda asustada porque abusaron de ella.

—Hablamos luego, Vanessa —se despidió Amelia


Notas del autor: 

¡Qué triste! Alex dio su vida por ella.

¿Ustedes serían capaces de sacrificarse por el amor de su vida? Alex tomó una difícil decisión por amor; eso nos demuestra que sus sentimientos trascendían los fines de la existencia.


¿Y si volvemos a encontrarnos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora