Amor y deseo

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(Capítulo 12)


ANNA:

En estos momentos me encuentro acorralada. John no deja de insistir con sus encantos masculinos, y su cuerpo me tiene atrapada entre sus brazos. Reconozco que cualquier otra chica no se resistiría ante él, y hasta yo misma en este instante quisiera ser como ellas. Oportunidades así no se presentan dos veces en la vida. 

"Alex me espera, y quiero reservarme para él". Quiero entender por qué está en un lugar de tormento por mi culpa. Siento que lo amo, incluso desde la distancia. Algunas chicas sueñan con un tóxico que las controle, que les diga qué hacer; lo encuentran excitante. Sin embargo, yo aspiro a algo más grande. No quiero ser la amante de nadie, ni creo que, por ser mujer, estamos aquí solo para satisfacer a los hombres. En mi caso, exijo amor, respeto y confianza. Sé que John no se conformará solo conmigo; él necesita tener muchas a sus pies. Soy lo suficientemente madura para saber qué es lo mejor para mí.

Suéltame, John —le exijo con rudeza.

No lo haré. Sé que te sientes atraída por mí.

Cuando digo no, es no. Te lo estoy diciendo por las buenas.

Respóndeme algo: ¿de verdad no sientes nada por mí?

John me aprieta más fuerte hacia él, intentando hacerme cambiar de opinión. Me estoy controlando increíblemente bien para no caer en esta tentación.

John, ambos sabemos que no me amas.

Él agarra mi cabello y besa mi busto.

Aaah —suspiro, involuntariamente.

Por favor, di mi nombre, Anna. Si lo haces, serás mía ahora mismo. ¿No te das cuenta de que me deseas tanto como yo a ti?

Lo siento, John. Tú mismo lo dijiste: "deseo". El deseo es pasajero, el amor es eterno.

¿Y cómo sabes que no te amo?

Amar es cuidar, y tú no lo estás haciendo. Sabes que estoy ebria y aun así intentas tenerme a toda costa. Eso no es amor. Si me amaras, no querrías que mi primera vez fuera así, en estas condiciones.

John retrocede, visiblemente confundido y simplemente me responde:

Tienes razón.

A veces soy muy directa al expresarme. Espero que mis palabras no hayan sido demasiado duras, aunque será lo mejor para todos.


JOHN:

Me retiro de la habitación de Anna, con la cabeza llena de dudas y una gran frustración por su rechazo. Esta es la primera vez que alguien me ignora siendo yo, John Blake. Ninguna mujer se ha resistido a mí, y eso siempre me ha encantado. Si lo tengo todo, ¿por qué ella se niega? No lo entiendo. Me siento indignado, ya que en otra época también Fiorella fue la única que me rechazó. Ella prefirió a un vulgar plebeyo antes que a mí, un admirable monarca. Le ofrecí todo, y lo rechazó por amor.

Camino por las calles desiertas mientras mi cabeza da vueltas. La historia se repite con Anna, y para empeorar las cosas, otra vez es por culpa de un imbécil llamado Alex. Ese nombre me repugna.

Ay, Anna, si supieras que siempre consigo lo que quiero, no me habrías dejado plantado de esa manera.

¿Quién eres tú para decirme qué siento? —Eres patética por no saber elegir—.

¿Y si volvemos a encontrarnos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora