Sentimientos encontrados

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Capítulo (2)


JOHN BLAKE:

He guardado este amor desde que fui transferido de mi antigua escuela. Desde que la vi, sentí una conexión inexplicable. ¿Será ella...?

—No, es imposible. Estoy confundido—.

Desde que empezó el año escolar, no he dejado de sentirme atraído por Anna Williams. Hay algo en ella que me intriga, algo que no puedo ignorar. Siempre la observo, perdida en sus pensamientos, soñando despierta. Mis amigos, mi familia, incluso la sociedad, creen que me merezco algo "mejor". Pero ellos no entienden. Anna es todo lo que deseo.

No me gustan las cosas comunes, y Anna es todo menos común. Esa es la razón por la que me tiene loco. He estado buscando a mi "amada" durante tanto tiempo, y nunca la encontré. Pero Anna... Anna tiene algo que me atrapa. Quiero besarla, tenerla cerca. Cada vez que la observo en silencio, me cautiva un poco más. Cuando está concentrada en su lectura, se ve hermosa, inteligente, madura. Y cuando usa esos jeans ajustados... ufff...

Creo que es momento de dejar de sufrir en silencio. Voy a arriesgarme, sin importar lo que digan los demás. Ya estoy cansado de buscar a alguien que quizás nunca llegue. Tal vez en otra vida encuentre a mi verdadero amor, pero aquí y ahora, quiero ser feliz con ella.

ANNA:

Mientras tiraba los vidrios rotos al basurero más cercano, me corté el dedo meñique. ¡Qué torpe! Estaba distraída, pensando en John Blake. No lo entiendo, no puedo dejar de pensar en la forma en la que me mira.

Lo he sorprendido varias veces observándome cuando estoy leyendo, y no voy a mentir, eso me pone nerviosa. Esos ojos penetrantes... ¿Por qué me mira así?

Hoy fue diferente. Nuestras miradas se cruzaron, y por un segundo, todo se detuvo. Fue ahí cuando dejé caer el espejo.

John es nuevo en la escuela, y desde su llegada, se ha convertido en uno de los chicos más populares. No es difícil entender por qué. Alto, piel clara, labios gruesos, esos ojos negros y brillantes... Y su cabello, siempre peinado hacia atrás, le da un aire masculino que no puedo ignorar. ¡Y su cuerpo! Me encantaría tocar esos abdominales...

—¡Maldición! Estas hormonas me están volviendo loca—. Me regaño en silencio.

No, Anna. No te hagas ilusiones. Solo te miraba porque eres rara. Además, entre nosotros es imposible. Deja de soñar, me digo.

Estaba parada frente al basurero, despistada, con la mano sangrando, cuando escucho una voz detrás de mí.

—¿Necesitas ayuda?

Me sobresalté.

—John... ¿Qué haces aquí? —pregunté, nerviosa.

—Hola, Anna. Vi a una chica con la mano ensangrentada y me preocupé. Esa chica eres tú, y me importa.

Me quedé sin palabras por un segundo, pero logré reaccionar.

—Tu discurso, John, es bastante flojo. ¿De verdad crees que voy a caer en tu juego? Eres popular, podrías tener a quien quisieras. ¿Cuánto te están pagando para intentar ligarte a la nerd del instituto?

John sonrió, esa sonrisa que tanto me desconcierta. Luego, me tomó por la cintura y me miró fijamente. Mi corazón comenzó a latir más rápido, sentí que el aire me faltaba.

—Anna, lo que dices... Me vuelves loco. Te lo juro, no es ningún juego. Estoy realmente atraído por ti.

—¿Y por qué esperaste hasta ahora para decírmelo?

—Fui un tonto. Aunque me veas como el "playboy" del instituto, en realidad soy muy tímido con los sentimientos. Tenía miedo.

—¿Miedo? —susurré.

—Miedo de no ser suficiente para ti, de no ser lo que buscas. De que me rechaces.

Sus palabras me desarmaron. Mis rodillas temblaban. Sin darme cuenta, dejé que su rodilla se deslizara entre las mías. Estaba excitada y no podía resistirme. Su mano en mi cintura encendía todo mi cuerpo. Nuestros labios estaban a punto de tocarse cuando Vanessa apareció.

VANESSA:

—¡Anna! ¡¿Qué demonios haces?! Pensé que te habían secuestrado. Te tardaste siglos.

—Lo siento, Vanessa. Me distraje con John—respondí, tratando de sonar casual.

—Vaya, veo que John estaba muy ocupado seduciéndote en vez de ayudarte con esa mano ensangrentada —dijo, sarcástica.

—Perdón, Anna. Me olvidé de ayudarte—intervino John.

—No te preocupes, John. Yo puedo curarme sola. Creo que ya hemos hablado lo suficiente por hoy. —dije, tratando de cortar la conversación.

—¿Qué significa eso? —preguntó John, confundido.

—Significa que te largues, entrometido. ¿Necesitas un mapa o qué? —interrumpió Vanessa.

Después de esa incómoda charla, John se fue. Vanessa y yo caminamos juntas hacia la enfermería para curar mi mano.

—Vanessa, ¿por qué fuiste tan dura con él? —le pregunté.

—Anna, no seas ingenua. Conozco a tipos como John. No son de fiar.

—Tienes razón, John es demasiado para mí...

—¿Otra vez con eso? ¡Deja de menospreciarte! —me reprendió—. Sé que suena raro viniendo de mí, pero John no te conviene.

—¿Por qué lo dices?

—Es amigo de mi ex, y créeme, lo he oído decir cosas horribles sobre las chicas. Le gustan las chicas ingenuas y vírgenes como tú.

Tenía razón. John no me conviene. Su repentino interés me desconcertaba. Si realmente me quisiera, me habría buscado antes. Pero aún quedan días para los exámenes finales... Después de eso, nunca volveré a verlo. Aunque antes de irme, quiero descubrir si lo que dice Vanessa es cierto.

Tengo que ser más fuerte. John Blake es una tentación peligrosa, y no me puedo permitir caer en ella.

Notas del autor:

Anna aún no puede creer lo que le está ocurriendo con este atrevido y sexy desconocido. ¿Le seguirá el juego en esta aventura o simplemente lo rechazará, como se lo propuso su amiga Vanessa?

Además, ¿no les da curiosidad saber quién es esa chica que John anda buscando? Ese será un gran misterio que, en el transcurso de esta historia, se revelará.

Leo sus comentarios y díganme qué piensan. Los amo, mis queridos lectores. ¡Hasta la próxima!

¿Y si volvemos a encontrarnos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora