Un sueño escalofriante

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Capítulo (8)


ANNA:

Al escuchar mi confesión de amor por Alex en pleno acto, me siento nostálgica y avergonzada. Retrocedo unos pasos y empiezo a correr, completamente desubicada de la realidad. Tengo miedo de todo lo que me está ocurriendo y aún no comprendo por qué no puedo corresponderle a John y entregarme a él. Siento que me acostaría con mi peor enemigo y que debo respetar a alguien más.

Mi mente es un caos, y lo único que deseo es llegar a casa, tomar un buen baño y luego irme a la cama. Estoy exhausta de todo lo que ha pasado hoy.

JOHN:

Veo a Anna huir a toda prisa después de pronunciar el nombre de Alex. La dejo ir; sorprendentemente, soy yo el más afectado aquí.

Ese nombre estremeció todo mi ser, me recuerda a un viejo amigo de una de mis vidas pasadas que me robó a mi verdadero amor. Lástima que ya no esté en el mundo de los vivos, porque disfrutaría mucho acabar con su vida una vez más.

Ahora mismo analizo quién puede llamarse Alex en la institución, porque veo que tengo un nuevo contrincante en el amor. Lo que sé es que tiene el mismo nombre de aquel sujeto de siglos pasados; sin embargo, es una simple casualidad. Muchas personas comparten el mismo nombre hoy en día, y nadie encuentra eso extraño. Así que relájate, John, y no le des tantas vueltas al asunto. De todos modos, es imposible que Alex regrese de la muerte.

VANESSA:

Después de finalizar mi examen, decido buscar a Harry para ver si cumplió con el plan.

Intento encontrarlo por todas partes, pero el muy estúpido no se deja localizar. Solo espero que no me haya defraudado. Sé que el inútil siempre ha soñado con tenerme, pero nunca se lo he permitido. Esta vez iba a ceder a cambio de que se acostara con Anna, así que espero que lo haya logrado.

He pasado muchas vidas deseando que John sea mío para siempre, pero Anna siempre se interpone en este amor. La odio a toda costa y prometo que en esta vida no se quedará con mi amado.

John me pertenece y siempre será mío, y solo mío.

Lo que él no sabe es que Anna sí es su amada y que yo soy su querida prima. El muy bobo no se ha dado cuenta de nada y, aun así, sus sentimientos brotan por ella sin saber la verdad.

Ese idiota aún espera por ella, y esa estúpida conexión que tienen puede arruinar mi plan.

AMELIA PATERSON:

Veo a Anna llegar, toda desubicada. Siento que algo le ocurrió y que quizás no le fue bien en el examen de hoy. Por esa razón, decido preguntarle cómo le ha ido.

—Hola, querida.

—Hola, madre.

—¿Te sientes bien? —le pregunto con una voz entrecortada.

—Claro, madre. Solo estoy un poco cansada.

—¿Estás segura, Anna?

—Sí.

—¿Cómo te fue en el examen?

—Me fue muy bien, solo que estoy exhausta porque fue muy amplio y demoré mucho tiempo en completarlo.

—Ah, ya veo por qué estás tan cansada. Ya me estabas preocupando.

—No, sabes que tengo una vida simple y aburrida. Entonces, ¿por qué deberías preocuparte? Hehe.

Mi hija tiene razón. Ella nunca me ha dado problemas y siempre se ha portado muy bien, así que debo dejar de preocuparme tanto. Ya no es una niña. Confío plenamente en ella, y si me dice que está bien, pues lo está.

Continúo preparando la cena y la dejo subir a su habitación a descansar.

ANNA:

Subo a mi habitación después de haberle mentido a mi madre al decirle que todo está bien cuando en realidad no es así. Mi vida ahora mismo es un caos y ni siquiera sé por dónde empezar.

En primer lugar, dejo plantado a John sin darle ningún tipo de explicación. De seguro se preguntará quién es Alex y por qué mencioné su nombre en pleno acto sexual. Ni siquiera yo misma comprendo ese sentimiento, ya que cuando estaba con John estaba pensando en Alex, y al darme cuenta de que no era él, retrocedí.

Siento que tengo una conexión muy fuerte con ese chico que me visita en los sueños y quiero verlo otra vez, porque es difícil olvidar sus labios frotando los míos y sus manos agarrando mi cintura con tanto amor y deseo que me hacen alucinar. Quizás esté loca por enamorarme de alguien irreal, pero lo único que deseo en este momento es dormir para verlo.

Me doy un baño, me bebo un chocolate caliente y empiezo a escuchar un audiolibro mientras trato de dormir. Lo que más quiero en estos momentos es encontrarme con Alex y saber qué ha estado ocurriendo en mi vida. Sé que él tiene las respuestas a todas mis preguntas.

De pronto, siento que mi cuerpo se desvanece y al fin empiezo a soñar. Sin embargo, algo curioso sucede: esta vez no me encuentro en el ambiente natural donde estuve antes, sino en una oscura habitación que tiene un aspecto espeluznante.

Por primera vez, me siento ansiosa dentro de mi propio sueño, y lo único que quiero es despertar, pero no puedo. Contemplo una ventana y trato de asomar mi mirada hacia el exterior, llevándome un gran espanto.

—¿Qué demonios es esto? Estoy en la cima de una torre y en una habitación aterradora. ¿Cómo bajo de aquí?—

Estoy temblando de miedo y quiero sentirme protegida. Por favor, Alex, te necesito.

La puerta de la habitación empieza a abrirse lentamente y una anciana con una túnica negra me dice: —Ven, sígueme—

Les juro que me siento como si estuviera en las pesadillas de Freddy Krueger.

Como soy media idiota, decido seguir a la señora. Total, la habitación da más miedo que ella, y no me quedaré aquí sola.

—Anna, te llevaré con mi señor —susurra la anciana.

¿De qué señor me está hablando esta vieja chiflada? Se sabe mi nombre y ahora me quiere presentar a su amo —comento en voz baja.

¡Vaya sueño de locos! Yo muy ilusionada por ver a Alex y me encuentro atrapada en un sueño que no tiene nada de gracia.

Sigo a la anciana y parece que camino por un pasillo sin fin. Todo es oscuro, escucho voces y siento que hay ojos por todas partes mirándome. Pregunto por Alex, pero la señora no me responde. Este pasillo parece eterno y no veo una salida para escapar.

Esos gritos de sufrimiento me están agobiando y no salen de mi cabeza. Siento que estoy rodeada de almas en pena que están en completa agonía.

—Por favor, déjenme salir. Ya no puedo continuar más —susurro.

—Te llevaré con el amo.

—¿Quién diablos es tu amo?

—Tiene diferentes nombres. Y ya cállate, que llegamos.


Nota del autor: 

¿Qué tal les pareció este capítulo? Estuvo lleno de sorpresas, ¿verdad? 😦





¿Y si volvemos a encontrarnos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora