Capítulo 6

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Elizabeth:

Estaba en la oficina de Lidia con mis labios sobre los suyos, había estado esperando este momento durante ya un tiempo, la primera vez que me di cuenta que me gustaba mi profesora fue una tarde.

Flashback

Ambas estábamos en el sofá de mi casa, ya habíamos terminado las clases, pero decidimos que sería bueno quedarnos a platicar un rato más.

Se veía muy hermosa el día de hoy, vestía una blusa blanca con unos pantalones de vestir azul marino, su cabello suelto se veía maravilloso y cuando traía sus lentes se veía aun mas hermosa, parecía un ángel.

Últimamente ella rondaba mucho por mi cabeza, odiaba admitirlo pero cuando la veía me ponía muy feliz, ella se había vuelto una pieza fundamental en mi vida, si no la veía mi día era triste y cuando la veía era muy feliz.

Jamás me había enamorado de nadie, nunca había tenido pareja y sentir esto era algo nuevo y extraño, cuando ella llegaba a casa yo me esforzaba en verme aun mas linda para ella.

Me gustaba que me viera y cuando la atrapaba mirándola desviará su mirada rápidamente con un color carmín en sus mejillas,  justo ahora estábamos en el sofá y estábamos hablando de cosas banales.

—¿Nunca te has enamorado? –pregunte está vez yo.

—No… jamás, nunca me he enamorado de alguien, cuando era más joven bueno… no era el estándar de lo que se podría decir una chica linda, así que jamás tuve pretendientes –respondió ella de una manera ¿Melancólica? Quizás.

—Yo tampoco me he enamorado, bueno me han gustado personas pero jamás he sido correspondida –hable, con un suspiro mirando el televisor. —Tampoco entró en el estándar de chica bonita para las mujeres…

—¿Las mujeres? ¿Te gustan las mujeres? –ella preguntó con un tono bastante sorprendido.

Solté una leve risa, creo que era un dato que se me había pasado comentarle.

—¿Eso es un problema? –voltee a verla y ahí estaba otra vez, ese color rosado en sus mejillas, estaba nerviosa.

—No, por supuesto que no, es decir, es normal, a mi también me gustan –

Okey, eso sí me tomó por sorpresa, ¿A Lidia le gustaban las mujeres?

—¿A ti también? –pregunte con un tono incrédulo.

—Si, ¿Por qué? –

—Tienes cara de heterosexual –solte una carcajada algo fuerte, luego de ver su rostro ofendido.

—¡Por supuesto que no! –protestó ella nuevamente lanzándome un cojín a la cara.

—¡Oye! Grosera –dije devolviendole el cojín de la misma manera.

—No tengo cara de heterosexual –habia una sonrisa en su rostro que me hacía sonreír de ternura.

—Claro que sí –aun seguía riéndome de ella, me gustaba molestarla.

—¿Quieres ver qué tan lesbiana puedo ser? ¿Quieres que te muestre que soy todo menos heterosexual? –dijo ella ahora mirándome, parecía que lo decía enserio, pero yo creía que estaba bromeando.

O quizás no lo estaba…

—Y-yo ahm, vamos a seguir con las clases, “profesora” –puse énfasis en profesora, para hacerle saber que eso era, mi profesora.

Entre tú y yo, Competencias de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora