Capítulo 7

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Elizabeth :

Ambas nos encontrábamos en el sofá de mi casa luego de una tarde llena de matemáticas y números aburridos que comenzaban a cobrar sentido para mí.

—Así que… ¿De qué querías que habláramos? –mi tono fue uno lleno de ansiedad y duda, realmente quería saber qué era lo que tenía para decirme.

—Yo quería que habláramos sobre ese beso Elizabeth, no fue… no fue correcto –su tono de voz reflejaba algo de ¿Dolor? Me parece.

—¿No fue correcto? ¿Lo dices enserio? –mi voz estaba llena de dolor, ¿Cómo podría pensar eso?

Bueno es que en cierta manera entiendo que ella es mi profesora pero yo no estaba arrepentida de eso y mucho menos creía que era un error.

—Elizabeth soy tu profesora y no puedo hacer esto, no contigo, no puedo arriesgarme a qué descubran esto –dijo ella mientras nos señalaba a ambas —Y que a mí me despidan y a ti te quiten la oportunidad de competir, no puedo permitir eso.

—Tu no decides por mi Lidia, si yo quiero arriesgarme entonces lo haré –mi tono fue firme y mis ojos reflejaban molestia pero miedo a la vez.

—Respóndeme una cosa Elizabeth, ¿De verdad podrías salir conmigo? ¿En verdad podría gustarte una persona como yo? –su pregunta me hizo reflexionar muchas cosas en poco tiempo.

—Si, si podría Lidia –mi respuesta fue firme y pude notar la sorpresa en su rostro.

—Hace casi dos meses me odiabas, odiabas tener que pasar tiempo conmigo, ¿Que fue lo que cambio? –ella ahora parecía estar confundida, pero estaba segura que estaba teniendo una batalla interna consigo misma.

—Todo cambió, la manera en la que te miraba, la forma en la que te comportaste, nunca fuiste mala, solo fuiste justa, y por eso te odiaba, pero jamás me trataste mal y jamás fuiste grosera conmigo –desvie la mirada pero sentía la suya sobre mi.

Sentía que podía ver a través de mí, el ambiente estaba tensó, era pesado y cualquiera que estuviera cerca de nosotras lo podía notar, Max ni siquiera estaba cerca.

—Soy tu profesora y eres mi alumna… –su voz me hizo querer arrancarme los oídos.

Podía sentir el dolor en su voz y la impotencia que le causaba esto.

—No me interesa –no sé en qué momento las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.

—Eli, solo fue un beso, un beso que no debió de pasar… –

Fue en ese momento en el que sentí que mis oídos dejaron de funcionar, sentí una presión en mi pecho, sentí algo quemarme por dentro de una manera poco agradable.

¿Solo fue un beso?

—Entonces respóndame una pregunta profesora –levante mi mirada para poder verla a los ojos directamente, no me había dado cuenta que sus ojos también estaban cristalinos y había lágrimas corriendo por sus mejillas.

—Cuando me besó, ¿Qué quiso decir con “he esperado tanto tiempo por esto”? –

—Eso no importa –fue el turno de ella de desviar su mirada, estaba segura que no podía verme a los ojos ahora mismo.

—Contesteme la pregunta –fue casi una súplica aquella petición, me acerque un poco más a ella intentando que nuestras miradas se encontraran.

Ella ni siquiera podía mirarme, solo negó con la cabeza.

—Sé que no es correcto, pero Lidia, me enamoré de ti… estos casi dos meses que hemos pasado juntas, he tenido el tiempo de conocerte y que me conozcas, y me enamoré de ti… se que no es correcto pero, estoy jodidamente loca por ti, tanto que si hay un día en el que no te veo, me siento triste y cuando te veo siento mariposas por todo mi sistema, ese no fue solo un beso… –había dolor en mis palabras, mi voz se rompía —Por favor considera esto…. Y dame una oportunidad…

Entre tú y yo, Competencias de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora