Roseanne
El helicóptero aterriza en el aeropuerto, donde subimos a un avión que nos lleva de vuelta a North Woods. Es mucho viaje para alguien que no se despertó esperando pasar todo el día en el aire. Sorprendentemente, sólo tuve un ligero ataque de pánico cuando el helicóptero despegó por primera vez, pero después de unos pocos minutos en los que mi corazón se aceleró y jadeo, pude calmarme.
Lucas intentó ponerse en contacto con mi madre en el camino de vuelta a North Woods pero como siempre, no obtuvo respuesta. Es difícil no sentirse decepcionada, pero no hay mucho más que pueda esperar cuando se trata de mis padres. Mi madre no tiene tiempo para mí y actúa como si fuera una molestia más que nada. Y mi padre, bueno él no puede hacer mucho detrás de las paredes de hormigón.
Cuando aterrizamos en North Woods, me paro para salir del avión. El aire está nublado y me duele el cuello y el trasero de estar sentada. Lucas ha sido el afortunado que se ha sentado a mi lado durante todo el trayecto. Me muevo para pasar por delante de Lucas y escapar de la gente que está dentro del avión, pero me detiene cuando su grueso brazo sale de la nada, cortando mi huida.
—Espera, deja que te lleve a casa. Voy a alquilar un coche y puedo pasar por tu casa para dejarte—
La idea es atractiva pero no quiero que me haga ningún favor. Ya no necesito que nadie me sostenga nada en la cabeza.
—No estoy buscando limosna. Ya me las apañaré—
La mandíbula de Lucas se aprieta.
—No es una limosna—
Me toca apretar los dientes porque, por mucho que no quiera decirlo en voz alta, un aventón a casa sería estupendo. La impaciencia llena las facciones de Lucas, haciéndole parecer más duro de lo que es y trago saliva antes las palabras que se forman en mi garganta. Mis opciones son escasas y si no me voy con él, no estoy segura de cómo voy a llegar a casa. Consciente de ello, aspiro con fuerza.
—Si no está fuera del camino, entonces sí, me vendría bien que me llevaran—Espero que reaccione con una sonrisa arrogante, pero no lo hace.
—Genial, vamos entonces—dice.
En cuanto bajamos del avión, lo sigo como un cachorro hasta el lugar del alquiler de coches en el aeropuerto. La señora del mostrador nos mira fijamente, pero yo ignoro sus miradas curiosas. No puedo imaginar lo que está pensando. Lucas es lo suficientemente mayor como para ser mi padre, aunque eso no es de su incumbencia.
Tarda unos minutos pero en cuanto tenemos las llaves del coche, suspiro. Sigo a Lucas por el aparcamiento hasta que se detiene frente a un coche y lo abre. Me deslizo en el asiento del copiloto. El cierto está frío en mi trasero pero a pesar de ello, estoy feliz de estar cerca de casa.
Se sube al asiento del conductor y arranca el vehículo. El motor ruge y él se vuelve hacia mí con una mirada de tristeza en los ojos. Después de todo lo que he pasado ¿Tiene los cojones de mostrar tristeza ahora? No, no quiero su tristeza.
—No me mires así—le digo mientras sale del aparcamiento.
Desconcertado, me mira.
—¿Cómo te estoy mirando? Te ofrecí un viaje que prácticamente tuve que rogarte que aceptaras ¿Cuál era tu plan, Einstein? Déjame adivinar... No tenías ninguno—
Estoy enfadada, triste y sola, pero más que todo eso, estoy cansada de depender de la gente. Cansada de necesitar a alguien más. Quiero salvarme a mí misma, aunque sea una vez.
—No importa si tenía un plan o no. Eso no tiene nada que ver con la forma en que me miraste—
—¿Y qué forma es esa?—pregunta, haciéndose claramente el tonto.
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Snitches get stitches (Chaelisa)
FanfictionBienvenidos a la Universidad Inferis, donde los criminales más peligrosos del mundo envían a sus hijos. Asesinos, líderes de la mafia, traficantes de armas y ladrones de arte. No importa quiénes sean, esta universidad los alberga. Sólo existe una...